La importancia de la educación profesional para baristas y emprendedores del café: la versión de Rococó Café
Manuel García Estrada, presidente de la ACDS y director de la Academia de Artes y Ciencias del Café
En un mundo donde el café ha dejado de ser solo una bebida para convertirse en una experiencia cultural, estética y emocional, Rococó Café entendió que el verdadero salto de calidad no se logra solo con buenos granos, máquinas o recetas, sino con una formación humana profunda y una visión integral del barismo. De esta convicción nació la Academia de Artes y Ciencias del Café, un proyecto educativo único en su tipo que se gestó desde la práctica, el amor por el oficio y la exigencia por la excelencia.
La formación en café: mucho más que cursos y talleres
En Rococó, se comprendió desde el inicio que la formación en café no es simple capacitación. Cualquiera puede montar un curso o improvisar un taller, pero formar auténticos profesionales del café exige mucho más: una estructura académica sólida, metodologías claras, ética docente y un compromiso con la transformación personal de los alumnos.
Por ello, la Academia no se limita a enseñar recetas o a repetir fórmulas. Va más allá: forma baristas con criterio, con sensibilidad social, con visión empresarial y con pasión por la cultura del café. Para lograrlo, era necesario estructurar una currícula abierta y una currícula oculta: la primera, enfocada en los contenidos técnicos y prácticos; la segunda, en la construcción de liderazgo, sentido de comunidad y amor por el detalle.
Más allá del grano: una visión integral del barismo y el emprendimiento
El café de especialidad no se define solo por su puntaje Q o sus notas sensoriales. La educación que ofrece la Academia de Rococó considera fundamental que el profesional del café domine áreas como:
- Barismo avanzado en espresso y métodos artesanales.
- Servicio de hospitalidad y diseño de experiencias sensoriales.
- Maridajes, mixología y cultura gastronómica.
- Comunicación, storytelling y relaciones públicas.
- Curaduría de proveedores y selección de perfiles de grano.
- Ciudadanización del cliente y gestión cultural del entorno.
- Estructura administrativa, análisis de mercado y planificación estratégica.
- Intervención comunitaria y análisis territorial para instalación de barras.
Esto es lo que distingue a Rococó: una formación consciente, transversal, viva.
De la experiencia a la pedagogía: fundar una verdadera escuela del café
Cuando Rococó decidió fundar la Academia, ya contaba con una gran ventaja: la experiencia combinada de sus fundadores. Uno de ellos, con más de 12 años en el ámbito académico universitario, no solo había impartido clases, sino también diseñado programas para educación superior, especializado en asesoría educativa y procesos de tutoría. Esta formación permitió que los planes y programas de la Academia se diseñaran con rigor pedagógico y claridad metodológica, algo muy escaso en la industria del café.
Se creó una biblioteca especializada en café, con libros en español, inglés y portugués. Se diseñaron aulas específicas para tostado, métodos, análisis sensorial, cultura del servicio y desarrollo de negocios. Y se construyó una base documental para formar baristas y empresarios del café provenientes de cualquier lugar del mundo.
Una visión que nace en Córdoba, Veracruz, y se proyecta al mundo
La historia de la Academia de Artes y Ciencias del Café comenzó en Córdoba, Veracruz, pero su espíritu es universal. Porque donde hay café, hay cultura; donde hay cultura, debe haber formación. Y donde hay formación, hay posibilidad de transformar no solo negocios, sino también comunidades, destinos y futuros.
Rococó Café entendió que el café no se sirve: se comparte. No se prepara: se crea. Y no se vende: se educa.
