La cultura musical contemporánea como dispositivo de infantilización: reguetón, narcobanda y su impacto social

Por Manuel García Estrada
Académico en comunicación con especialidad en radiodifusión y gestión social

Resumen. Este artículo examina cómo el reguetón comercial y la banda norteña (especialmente en su vertiente narco) son estratégicamente promovidos como productos musicales que fomentan la violencia simbólica, la banalidad afectiva y el retroceso intelectual. Se argumenta que estos géneros funcionan como mecanismos de manipulación emocional e infantilización colectiva, impulsados por industrias culturales y estructuras de poder político y empresarial.


I. Arquitectura simbólica de la infantilización musical

La música moldea no solo emociones, sino identidades, valores y formas de interacción social. En este contexto, el reguetón comercial y la narcobanda emergen no como expresiones culturales espontáneas, sino como proyectos ideológicos de dominación simbólica. Estas manifestaciones son diseñadas para crear sujetos que consumen sin pensar, que sienten sin reflexionar.

Agustín Laje advierte que en la actualidad nuestra sociedad funciona como una «generación idiota», una época dominada por el presentismo, carente de identidad y atrapada en la inmediatez emocional conapfam.com+11Goodreads+11Goodreads+11Diario Expreso+3La Voz de la Frontera+3El Comercio+3. En este contexto, la música repetitiva, narcótica y emocionalmente plana actúa como un agente que refuerza esa infantilización.


II. Reguetón: estética del ruido y anestesia emocional

Con sus letras hipersexualizadas, reiterativas y moralmente vacías, el reguetón comercial funciona como una forma de hiperestimulación emocional sin sentido ni complejidad afectiva. La repetición de frases sobre consumo, cuerpo, posesión sexual y violencia simbólica define una estética que no invita al pensamiento.

Como señala Laje, cuando el gusto cultural se reduce a lo último del top 10, deja de ser gusto y se convierte en consumo adictivo impuesto por algoritmos infobae. Esta lógica convierte al sujeto en receptor pasivo, incapaz de reflexión estética o emocional. La música pasa de ser experiencia a ser programación afectiva.


III. Narcocorridos y narcobanda: la estetización del crimen

Los corridos tumbados y narcobandas exaltan figuras criminales, banalizan la violencia y erigen al narco como antihéroe cultural. Las narrativas celebran armas, asesinatos y riqueza ilícita: se construye una estética que legitima la impunidad y glorifica el crimen como forma de vida aspiracional.

Este fenómeno no es marginal; está institucionalizado por la industria: streaming, conciertos masivos, medios tradicionales. Como advierten estudios sobre cultura y música popular, estos contenidos configuran subjetividades desligadas de los marcos normativos, éticos y democráticos. La música del narco no es expresión espontánea, es relato político-cultural impuesto.


IV. Infantilización estructural y dependencia emocional

El consumo de estos géneros fomenta la infantilización – lo que Laje define como rasgos sociológicos de la adolescencia: crisis de identidad, carencia de sentido, inmadurez emocional eloccidental.com.mx+2La Prensa+2La Voz de la Frontera+2. Cuando los modelos aspiracionales son cuerpos sexualizados, dinero rápido y violencia, se interrumpe el desarrollo del pensamiento crítico, la autonomía emocional y la voluntad de crear proyectos de emprendimiento o comunidad.

Ikram Antaki observa que “el civismo es una virtud privada, de utilidad pública” y que necesitamos dignidad y memoria personal y colectiva para construir sociedad Wikipedia. La música infantilizante contradice esto, al negar al ciudadano su faceta reflexiva y crítica, reduciendo a la persona a un objeto de espectáculo y consumo.


V. Industrias culturales, algoritmos y complicidad política

Los géneros mencionados no se diseminan por azar ni gusto espontáneo, sino por decisión de empresas disqueras, plataformas de streaming y estrategias algorítmicas que calculan qué combina musical es más adictiva infobae. Se implanta una obsolescencia simbólica: se acelera el cambio de moda, se renueva la playlist, se destruye cualquier construcción estética consistente.

En palabras de Laje: “Sin educación, seguiremos siendo los idiotas que los políticos necesitan” infobae+15Diario Expreso+15El Comercio+15. La promoción gubernamental de conciertos y festivales comerciales sin un contrapeso cultural visible promueve una cultura de masas sin criterios, donde la disidencia estética es invisibilizada.


VI. Propuestas para una cultura crítica y emancipadora

  1. Reformular políticas culturales que no solo financien eventos masivos, sino espacios comunitarios, talleres de música con contenido crítico, programas de formación estética en escuelas y universidades.
  2. Incentivar composiciones musicales que aborden temas sociales, éticos y poéticos, desarrolladas desde colectivos independientes y plataformas autónomas.
  3. Fomentar una alfabetización emocional: enseñar a leer letras, a cuestionar ritmos, a entender narrativas simbólicas como parte de un proceso educativo integral.
  4. Instituir mecanismos de visibilización para propuestas alternativas y fortalecer espacios de debate público sobre cultura, identidad, historia y narrativa popular.

VII. Conclusión

La música no es inocua. El reguetón comercial y la narcobanda funcionan como dispositivos de dominación emocional: imponen consumos, refuerzan modelos de vida superficial, destruyen la posibilidad del pensamiento afectivo y colectivo. No se trata de prohibir géneros, sino de restaurar la función humanizante de la música.

En palabras de Laje: “Una educación radical supone una vuelta al libro” conapfam.com+15Goodreads+15El Comercio+15. Y como plantea Antaki, el civismo y la dignidad surgen del conocimiento, la memoria colectiva y una cultura que desafía la infantilización.

Solo con una ciudadanía informada, emocionalmente madura y crítica podremos romper el ciclo del ruido impuesto. Solo entonces la música volverá a ser una herramienta de creación, de identidad y de libertad.


Bibliografía (selección académica y ensayística)

  • Antaki Akel, Ikram. El espíritu de Córdoba.
  • Antaki Akel, Ikram. Citas en Wikipedia sobre su obra y pensamiento Wikipedia.
  • Laje, Agustín. Generación idiota: Una crítica al adolescentrismo eloccidental.com.mx+7Goodreads+7elnarradordemexico.com+7.
  • Laje, Agustín. La batalla cultural: Reflexiones críticas para una Nueva Derecha Goodreads.
  • Entrevistas y artículos de prensa: Laje sobre cultura, educación y obsolescencia simbólica elnarradordemexico.comDiario Expresoinfobae.
  • Estudio académico sobre reguetón y preferencias musicales en el contexto migrante (Stewart et al., 2019) arXiv.
  • Monsiváis, Barajas y otros críticos sobre narcocorridos y violencia simbólica (divulgación general).

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