A los gringos no les gustó lo de Assange y se pusieron guacamayos.
La conducta extremadamente rara de AMLO da bandazos con tal de mantenerse en el poder con su extraña manera de narcisismo extremo: busca que lo adoren.
Esta semana ha sido una NEGRA SEMANA en donde los hackers atacaron al objetivo más claro que había que parar, al ejército, que pasándose de la raya con la exigencia de liberación de CIENFUEGOS AMLO demostró que los intereses oscuros de la SEDENA están al servicio de la DEA, así que en el menjurje estridente obradorista fortalece las órdenes de EEUU pero juega a oponerse a ellos con fuego, evidentemente los gringos están enojados por lo de Assange así que les cayó muy favorecedor el ataque de GUACAMAYA.
Consolidado el golpe al ejército soberbio y prepotente de México se lanza a la aventura un libro demoledor EL REY DEL CASH en donde se vuelve a mover la nomenklatura obradorista hasta sus cimientos para hacerlo más vulnerable, esto debiera aterrar a los morenistas porque están frente a la andanada gringa contra la 4T.
Esta semana quedó más que nunca que AMLO es mentiroso compulsivo, narcisista enloquecido y un fanático del priísmo de los 70.
Vienen más tempestades que son la cosecha de haber sembrado vientos a lo loco y desquiciado. No va a poder arreglar el relajito que el propio AMLO se creó.