Ayotzinapa en el fin del mundo.

43 desaparecieron y nos siguen haciendo falta.

El dolor de los padres de esos estudiantes masacrados ahora lo comparten más de 160 mil familias en el país solo en este sexenio.

Alicia sabe qué pasó y por eso dejó de correr trás el conejo, el gato Risón dejó de sonreír y transmuta, Alicia, en cientos de miles de Sinsajos que tomaron las calles en 2014 y para siempre sin hallar un lugar donde posar el dolor, uno que se convierte en ira y hace ebullir las calles.

Atlachinolli a 9 años.

Nos faltan 43.

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