Democracia y República, el 2024 se acerca.

Cuando hablamos del México que se aproxima al final de una era es que hablamos del 2024. Andrés Manuel López Obrador es el adiós al siglo XX, representa al pasado y a la PRIctadura de manera brutal y efectiva, sus ideas no son hacia adelante, ve el futuro con la nuca, por eso no avanza, no le da, le salió su jueguito engañoso de cacicazgo, un modelo que con él llega a su final.

El siglo XX de México fue su intento de democracia y le salió de la chingada, la vida republicana medio la libró pero la PRIctadura la impidió, se guardaron las formas, todas las apariencias, para que siguiéramos avanzando en nuestra vida narrada e instituida al estilo de Televisa y creímos que los héroes eran la Chorreada y Pepe el toro cuando en realidad son nuestro lastre. Se admiraba a los grandes caciques que con una palabra decidían la vida o el tipo de vida de poblaciones enteras de manera perversa y siniestra como si hubiera un César que siguiera determinando con el pulgar si alguien vivía o moría.

México se agotó de Televisa y del PRI, pero sobre todo se cansó de estos chanchuyos de manipulación en donde hay que aclamar a alguien, todavía la tal Jesusa Rodríguez gritaba histérica que Obrador era un hombre que no nacía más que cada 100 años en México ¡Que bueno! Sería un desastre para el país tener personajes fanáticos, resentidos y llenos de odio dividiendo al país, lo hubieran desaparecido.

El futuro que merecemos es de una posibilidad real de democracia y república, ya este jueguito perverso, maquiavélico y morboso que grita la enorme carencia de afecto, reconocimiento, autoestima y amor por el país debe terminarse, es difícil en un país de burros manipulables pero es posible si hay una voluntad política sobria y más estoica y pragmática en el poder. Más acción y menos verbo absurdo.

En las listas para ver quién se lanza a la presidencia no hay mucho de donde escoger porque si nos basamos en la necesidad de desarrollarnos como sociedad hacia la justicia, el diálogo, el acuerdo, la pacificación de la opinión pública para que se pacifiquen las calles los candidatos son dos: Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, gente que sí sabe más del tema de gobernanza y gobernabilidad, el resto son una caricatura: Sheinbaum y su despotismo fanático, de locos, el pañaludo Colosio o el showman Samuel García, todavía se la creería más a hacedores como el gobernador de Querétaro, ni el bobalicón del Augusto -sería un heredero nomás que estaría manipulado desde «La Chingada».

México votará por el futuro o por mantenerse en el cáncer priísta del siglo XX y vale madre que Marcelo o Monreal le hayan militado a ese partido, todavía veremos más expriístas gobernar unos años hasta que de manera natural se acabe ese instituto político como formador de políticos, aún hay jóvenes de 30 años que fueron bien entrenados en la filosofía priísta así que no hay que azotarse con la realidad sino aceptarla para transformarla.

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