Educación de Calidá y reflexión
Recibí esta carta vía Facebook. Me pare tan honesta y reflexiva que necesité publicarla.
No he podido dejar de pensar, en la columna de “Educación de Calidad”http://impreso.milenio.com/node/9062032 ya que me he sentido una víctima de la mala educación pública que tiene nuestro país. A lo largo de mi vida, desde la escuela pre primaria acudí a escuelas de gobierno. Recuerdo mi gran frustración o esa sensación que en aquellos tiempos no sabía cómo llamarle, al ver a muchos maestros que acudían a las aulas, con flojera, sin ánimo y que pensaban como colocarse en una mejor plaza, esperando con ansias los puentes y/o vacaciones.
Yo regresaba a casa tratando de sacar algo más de todas aquellas notas que nos hacían escribir, y pensaba, tal vez mañana sea el día. Tenía tal animo y hambre de aprender y hacer de mi alguien importante y creo que poco a poco esa ansia la fui abandonando en cada una de las aulas que recorrí.
Me pregunto, ¿cuántos más hubo o hay como yo en este momento?
Sin duda, también los hubo, los que si, sobresalieron… pero, ¿cuantos más necesitábamos ese empujón y ese ejemplo que hace la diferencia? . Recuerdo con gran nostalgia como llegue a una universidad pública estatal, mis piernas temblaban cada vez que tenía que exponer y lo único que hacía era el ridículo, tal vez solo una vez puedo presumir que me libre de toda inseguridad.
No justifico mi mediocridad, pero los primeros años de nuestra niñez definen nuestra personalidad, nuestro valores, y en cuestión de educación, nuestra formación. Durante mi educación primaria, secundaria y media superior solo puedo recordar a una maestra de casi 80 años que jamás podre olvidar, Guadalupe Viuda de Voguel, una maestra que les llaman “de las de antes”, que me enseño la disciplina. Pero fue solo una…. Entre tantos años de estudio.
Artículo referido:
Educación de calidá
Manuel García Estrada
La democracia sólo puede existir cuando hay una madurez social generalizada donde quede claro que los debates, los comentarios públicos, los análisis, la reflexión deben basarse en las razones, en el conocimiento, hablar por hablar es seguir manteniendo la estupidez de la adolescencia ingenua o timorata sin una percepción equilibrada de la realidad.
Hay toda clase de jóvenes, maduros, viejos conservadores con pocos años, progresistas, audaces, arriesgados o mediocres, por ello es responsabilidad del Estado lúcido y verdadero el educar hacia la democracia, no se trata de capacitar masas para que sean esclavos eficientes a las órdenes de los instructivos y manuales operativos de las corporaciones, se trata de formar personas que sepan en donde están paradas y que reconozcan que su desempeño en la sociedad es capaz de mejorar o empeorar al mundo.
Ya estuvo bueno de corromper en los partidos a muchachos que desean ser líderes porque si se mantiene lo sucio, lo estúpido, lo chabacano, ello llevará al país a una debacle. No habrá posibilidad de generar inteligencia nacional y si se llegara a formar, ésta podría estar en lado de los negocios turbios, es decir, en lugar de crear mentes capaces de servir tendríamos mentes criminales ejerciendo el poder.
Hoy lo común en el ataque que hay contra los jóvenes en el mundo son los mensajes, que en lugar de promover madurez y consciencia hacen que se consolide lo absurdo, lo tonto. Se ha hecho creer que la libertad de expresión es el derecho a mostrar la idiotez y festejarla. Menuda sociedad que aplaude lo bárbaro, lo estúpido y lo ruin en lugar de estimular la reflexión y el análisis que provocan el desarrollo de las comunidades.
Dicen que cuando se enseña a alguien a usar la razón jamás dejará de pensar y vemos lo contrario. Hemos escuchado y visto en los últimos años a muchos locutores de radio o conductores de tv que se ridiculizan a sí mismos creyendo que eso es hacer comedia; sin embargo, cuando la verdadera comedia se muestra en el televisor lo que viene es la censura porque la verdadera comedia ilustra la barbajanería.
Los más tontos saldrán a la defensa de lo estúpido y echan la declaración universal de los derechos humanos como si hubiera estado escrita para favorecer lo que empobrece al sentido humano. Se ha creado una confusión que favorezca a los mediocres y a los lamebotas, a los agachones y a los que traicionan a la ética y moral laicas y se hace por dinero. Por hacer negocio a favor de algunos medios de comunicación que sólo piensan en el enriquecimiento como función prioritaria del uso de las frecuencias sociales o del Estado, abusando con ello de los espacios y propiedades públicas atacando de manera frontal a la Constitución.
Ahora cuando gente, creyéndose chistosa, usa a los medios de comunicación novedosos para decir estupideces el gobierno se va por ellos e incluso abusan del poder para generar leyes contra redes sociales o internet dejando de lado que es el gobierno quien se ha favorecido más de la ignorancia y del culto a lo pendejo para seguir ejerciendo su hegemonía.
Culpar a tuiteros de decir verdades es terrible pero culparlos por decir estupideces cuando las escuelas están dirigidas por gente que promueve la sin razón mientras se enriquece de manera ilegal es lo más incongruente del planeta. El gobierno comienza a sufrir el desastre educativo que impone y promueve, la culebra finalmente se mordió la cola.