En México no hay libertad educativa, hay adoctrinamiento contra la República.
Para lograr la existencia y eficacia de la República se debe combatir al dogma, el que sea. Algo que no pasa en el sistema educativo mexicano plagado de ideologías adversas al espíritu republicano.
Desde que la educación se corporativizó con los sindicatos y los gobiernos de corte socialista -como el de Cárdenas- las escuelas empezaron a funcionar con maestros egresados de Normales en donde se formaba a estos educadores solo que con una terrible cargada al marxismo que es enemigo de la libertad y la democracia.
Con normalistas marxistas con plazas a fuerza obtenidas como «logros sindicales» es imposible modificar el curso del adoctrinamiento porque esa gente cree que es obligación de la sociedad vía el gobierno de pagarles por adoctrinar y si se le critica ese modelo ellos se victimizan alegando que se ataca a la libertad de educación. La libertad educativa no existe cuando es adoctrinamiento, sea religioso o ideológico.
No funcionará ninguna reforma en México sino cambia el modelo medularmente, es decir, tiene que haber un gran movimiento sociocultural para obligar al gobierno a devolver las aulas al espíritu republicano y democrático y democratizador.