Ideologización contra las clases medias desde la clases medias.
Quienes consumen libros son las clases medias, compran entre eso material tóxico que los ataca sin percatarse de la trampa. Un clasemediero tiene lo que tiene por su trabajo, su esfuerzo, sus ganas de salir adelante a lo mejor con empleo en la IP o el gobierno, llevan a sus hijos a escuelas privadas y están luchando por ir al cine, viajar, comprar auto, pagar rentas caras o comprar casa pero algunos libros que consumen les dicen que eso que viven es injusto.
Aparecen las ideas marxistas, progres, de esa rancia caridad cristiana pedorra y zanganera que les hacen creer que hay que mejorar al mundo fíijándose en los de abajo, hallan en esos libros su suicidio. Toman una especie de consciencia que los aleja de su realidad.
Un chamaco clasemediero que lee sobre «cisgénero», derechos de los obreros, se clava en ello y se pone camisetas que defiende sin ser parte de esos sectores que a la larga escuchará de ellos reclamos, recibirá groserías y será ofendido por los que creen que el problema es el clasemediero. La realidad es que llegamos a la época en que debemos defender la realidad de lo que somos y vivimos, es como si un clasemediero rubio se la pasara luchando por los derechos de los negros pobres y cuando acude a verlos le exigen que les ofrezca perdón. A la chingada con las pendejadas de resentidos e idiotas. A la chingada el veneno de ir contra lo que cada uno es para quedar bien con el otro que generalmente es abusivo y culero.
En México hay culto a la victimización y se pobretea a los idiotas incapaces de levantar puño o tener esfuerzo para salir adelante, se sigue creyendo que es mejor ser empleado que patrón, que es mejor sindicalizado que emprendedor. Hay mucho culto a la barbarie. Eso envenena todo y a todos a diario. Hay que cambiarlo.