La clase política en el fin del mundo
Advertidos estaban
no oían nada
déspotas y arrogantes repitieron siempre lo mismo
pa’ joder
Serviles peleles de masiosares
creen que estar bien es servir bien al manda más
Deshuevados
Dóciles, carentes de autoestima por su baja inteligencia, la necesaria, erran, siempre
el dinero no lo es todo pero ellos creen que sí
Son tan bajos que solo con poder pueden tener sexo con quien deseen
sin poder son la mierda sin valor que nadie quiere ni llevar a la cama
No valen la pena
Necesitan vasos de marca, relojes caros
Incapaces de ser felices dicen serlo aparentando que tienen todo
Creen que el que les deban favores les alimenta, ni siquiera se conocen a ellos mismos
Son la estafa más rancia y amargada del homo sapiens, son corruptos, mentirosos, descastados
No saben gozar de una pintura en Florencia ni de un rato de paz frente al mar o la montaña
siempre al teléfono buscan que los coloquen en cargos y más cargos,
no responden a la gente, solo si tienen miedo o temor
Hoy
después de cinco años les toca a otros recibir las tormentas de exigencia no cumplida
tormentas por sus traiciones no a personas sino a ideales
No hay perdón no habrá olvido
Las horas pasan
El tiempo se acaba
Por fin su fin.
Después de esta etapa habrá un caos por dos décadas mientras las alas de la gran ave se abren al vuelo
Un día, la cumbre,
desde ahí a reír de los miserables que creen que el poder es para explotar a los demás y usarlo para pasiones ridículas
los que estaban al olvido, a borralos de la historia.