La estupidez de fracturar al país: Layda, la miserable levedad del ser

Son tiempos en donde la RECONCILIACIÓN debe desarrollarse después de tantos años de polarización que aunque quieren hacernos creer que tiene del 2018 para acá la realidad es que comenzó abiertamente cuando el CÁLLATE CHACHALACA se popularizó como estandarte de libertades. No nos dimos cuenta de que más allá de un reclamo a Fox lo que venía en el paquete de propaganda es la estrategia de dividir al país para segmentarlo y poderlo administrar desde cualquier grupo de poder. Es el fin de la democracia y la ruptura institucional que en el marco de las legalidades se convierte simplemente en una tómbola en donde distintos personajes y facciones ganan algo.

Layda Sansores representa a AMLO y con ellos a Sheinbaum, Batres, Taibo, la nomenklatura pues, el conglomerado de personas que solo ven por sus intereses y defienden sus estrategias en el tablero haciéndose pasar por militantes de ideologías -que acomodan a su conveniencia- como Noroña que más allá de sacar a la gente de la pobreza se las administran para que siempre les estén debiendo el favor de que les ayudan desde el poder, bueno, en el caso de Loroña ese ni ayuda a su gente, solo los usa y con un discurso que cada vez se acaba más les envenena el alma haciéndoles creer que la miseria intelectual, educativa, económica y cultural que tienen se debe a los ricos. Obvio, la nomenklatura -incluido Loroña- no saben trabajar en la IP, no los contrarían y de hacerlo los corren al mes.

La división, la ruptura, eso genera riqueza para los que ahora han logrado ganar huesos y quieren defenderlos a como de lugar incrustando amigos, parientes y baquetones obedientes que les deben el trabajo, es decir, son como un outsourcing marxista maoísta en donde la gente se esclaviza a los caprichos de los señores del poder, igualito como vimos al «periodista» o más bien golpeador Juan Herrera en el «martes del jaguar» de la Layda en donde la realidad los alcanza mostrando que son más bien una bola de gatos que aullan sin dar resultados.

Layda no tiene equipo de gabinete o aliados como Herrera, tiene gente que le debe el favor de darles trabajo o acceso a dinero que nunca antes habrían soñado tener, por ello refuerza el odio que siembra cada martes a sus gobernados y que ahora intenta esparcir por todo el país violentando derechos humanos, humillando gente y rompiendo la ley ¿Quién le cree que le hicieron llegar sábanas de whatsapp de personajes del país al estilo de Assange?

Es evidente que Layda pagó por obtener esas sábanas de conversaciones de whatsapp que le dan la posibilidad de alterarlas y dramatizarlas a su antojo, esas sábanas se venden en Gobernación y hay quienes comercializan con ellas ganando buen dinero, pero GOBERNACIÓN SABE CON LA TECNOLOGÍA QUE POSEE quién dio acceso a teléfonos INCLUSO EL PROPIO CARLOS SLIM TIENE EN SU TECNOLOGÍA LA MANERA DE SABER QUIÉN OBTUVO LA INFORMACIÓN.

Layda es como AMLO, trabaja para sectas y logias que obedecen mandatos desde el exterior, ellos no trabajan para México porque los mexicanos buscarían la unidad, la reconciliación y el desarrollo. Ellos no, los que siembran odio están contra el país.

Seguiremos viendo a la pobre Layda de sirvienta del presidente queriendo quedar bien no solo con él sino con sus caprichos.

Pobre Campeche.

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