MEMENTO MORI / CARPE DIEM

«Recuerda que morirás. Cosecha el día. Vive cada momento de tu vida como si fuese el último»

¿Qué es aquello que se mueve en el bullicio? ¡Ahhh! Es una persona, lo único que la distingue actualmente de otro animal es su apariencia bípeda porque ya no se le ha podido ver sonreír. Una persona adquiere identidad cuando interactúa con otro ser humano, es una verdadera lástima intuir las emociones y gesticulaciones de alguien que pueda estar formando debajo de ese guiñapo que lleva puesto; el destino de su nacimiento ya se veía definido al hacerse uno con ese harapo. ¿Para qué le serviría a su vida asegurar un aplazamiento si nunca ha cosechado uno solo de sus días? Si lo que ha hecho es desperdiciar media vida en dormir y la otra mitad en soñar de pie mientras inevitablemente su fin se avecina; la muerte está tan segura de su victoria que le ha dado la ventaja en años de oportunidades para crecer, desarrollarse y vivir para terminar siendo desperdiciados en mitos divinos, en pánico existencial y terrores infundados. Alguien que no se permite sentir y procesar su propio miedo no posee mesura y su psique no puede adaptarse ni sentir lazos afectivos y cognitivos, solo está condicionado a esparcir el pánico y aterrorizar a otros, deshumanizado.

Puede ese alguien elegir su rumbo, lo que no puede es arrastrar a otro por ese sendero o de tratarlo como criminal si no se somete a sus consignas melodramáticas, las personas no deberían actuar como si se acabaran de enterar de que la muerte existe, un neonato puede llegar a sostenerse del dedo índice de alguien para percibir y aferrarse a la vida mientras crece dependiente de otro ser (de mama) pero si muere habrá dado sentido a su existencia de manera simple y sencilla sin haber temido por ella, dichoso de no haber aprendido los traumas emocionales de quienes lo rodearían, y es que la gente en su argot popular puede morir de tristeza y mal de amor pero no de estrés y ansiedad al saberse que no ha conquistado su propia vida; vivos y solos nacimos y desde entonces comenzamos a morir, con la muerte no se puede negociar ni se le puede llamar santa.

¿En qué hemos aprovechado el día? ¿Sobre la estoica espalda de nuestra mente traemos buenas pacas espigadas de trigo o solo arrastramos de manera raquítica docenas de enraizados racimos de cizaña?. Pase lo que pase no olvides  mira tu rostro, escuchar tu voz, convierte en quien eres (un humano) y no temas a la luz, la luz no siempre tiene porque brillar, el miedo jamás se ha ocultado en el armario ni debajo de la cama, el miedo es racional, el pánico irracional, el terror violento. ¿Y tu cómo Aprovechas tu día? ¿Cuánto has realizado para que no temas?

Luis Fenrir

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