No sé cómo pasó corazón

Yo, un día, solo tuve una sobrina.
Fue la única ilusión más grande de futuro de mi vida.
Otro día nomás dejó de estar, no pedí eso, pero fue.
¿Cómo es que nadie me pidió apadrinar a un niño o una niña?
Aunque fuera de mentiras en cualquier templo.
Hubiera sido un gran padrino.

Una sola vez tú, saltando a mis brazos, jamás teniendo a nadie princesa, a nadie, no sabía que así era como la luz iluminaba los campos de la paz.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *