¿Otra Edad Media?
Mucha gente cree que es gracioso que el clero desee y obtenga más poder y que sea la idea de un inexistente dios la que dirija a las sociedades como en la Edad Media. Para esos pasivos que no toman posición va este artículo debido a la relevancia del tema y a que no es moral ni éticamente correcto mantenerse al margen de este tópico crucial para las naciones civilizadas.
La obra de dios o el “Opus Dei” es una secta ortodoxa radical católica que busca implantar un sistema social en donde todo está regido por su dios y la interpretación que le dan a lo que ese “sujeto” desea para todos. La secta se dedica a reclutar gente básicamente de clases altas para poderse infiltrar en la política, las empresas de medios, el capital. Es evidente que como los musulmanes cerrados lo único que rige sus vidas son las órdenes de “dios” y por supuesto, de los intermediarios que hay entre el divino sujeto y los mortales. El “Opus Dei” ha logrado infiltrarse en el gobierno actual del país y particularizo respecto del mexiquense ya que ha sido interesante el observar como muchos funcionarios públicos han sido y son becados a universidades de la “Obra” para hacer de ellos servidores de los intereses de sus dirigentes.
El “Opus Dei” no sólo es un manipulador de funcionarios en su construcción de la realidad basada en ideas retrógradas y oscuras que tarde que temprano llevan a la vida política de la sociedad a través de leyes y complicidad intelectual de quienes le militan en distintas áreas del poder sino que es altamente eficiente en su manejo de la educación básica y hasta universitaria. Con ello va generando una opinión pública manipulada a su favor y en contra del progreso y desarrollo de la mente humana.
Cuando hablamos del peligro de que el “Opus Dei” tome el poder hablamos de que genuinamente estaríamos entrando a una época medieval en donde la libertad de pensamiento terminaría y en donde la democracia moriría; hay entre todos sus militantes las mismas ideas y da igual quién la dice y en dónde porque al final es algo que comparten en todos lados como lo dicho por Jorge Fernández, Ministro del Interior de España, miembro de la “obra” respecto a la formación de personas: la «Educación para la Ciudadanía es contraria a la función social de la familia». Parece gracioso ¿no? Pero no lo es.
La educación para la ciudadanía está intrínsecamente enfocada a la democracia ya que los individuos toman conciencia sobre sí mismos y su papel en la sociedad para que se conviertan en participantes de la construcción de un sistema político en donde todos tengamos cabida, la familia, como dice Fernández, está siendo mencionada desde la perspectiva católica y cerrada del “Opus Dei” en donde el papá es un machista que ejerce el poder y determina el papel de los miembros del conjunto humano consanguíneo en el que la mujer es apenas la sirvienta, amante y nana, de cualquier cantidad de hijos, sin derecho a pensar más que para rezar y servir al marido.
La familia, desde la óptica del “Opus Dei”, son papá, mamá e hijitos heterosexuales que van a misa, visten conservadoramente, escuchan lo que les diga el padre, obedecen al clero y están en contra de todo aquello que haga que la sociedad evolucione en lo político, social, científico, artístico o económico. Votar por miembros de la “Obra” es votar a favor de la Edad Media, de lo mediocre, del miedo.
El “Opus” es bueno para promover sus ideas pero no lo es tanto para ocultar que entre ellos lo que más abunda son los mediocres, los hipócritas de doble moral, los ladrones y corruptos manejadores de peleles, el miedo y curas hábiles para la pederastia.
2012