Sustituyeron a dios en 2019 -muerto estaba-.

Kerigma.

Mateo 18:

Jesús se acercó y les habló así: “Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. 19 Vayan, pues, y consíganme discípulos de todas las naciones. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.”

Cuando comenzó a esparcirse la propaganda china de que un coronavirus estaba contagiando a miles de personas y que solo el toque de queda, el control total y la liquidación de los derechos democráticos nos salvarían sonaba más a difusión ideológica, a posición política, que a ciencia y autoridades preocupadas por nuestra salud.

De pronto, como si todos se hubieran puesto de acuerdo, comenzó a adoctrinarse en covid 19 en medios de comunicación y páginas web o de Facebook. El mensaje encima de todo lo que difundían era uno solo: tienes que creer.

Poco a poco el discurso homogéneo y monopolizado se hizo absoluto, todos deberían pensar como los medios dijeran –recordemos, solo 4 agencias de noticias controlan el 80% de la información sobre coronavirus en el mundo*- y para lograr el objetivo evangelizador iniciaron una estrategia contra los que dudamos desde el principio de este aparato de doctrina. Como la catequesis católica, no hay nada nuevo bajo el sol.

A todo aquel que cuestionara lo que está sucediendo, se le considera hereje ** y se le aplican linchamientos digitales buscando desacreditarlos, como cuando la Iglesia era el conocimiento total en la Edad Media.

Una nueva iglesia inspirada en san Pablo y san Agustín.

¡Cuántos males causa la curiosidad impúdica, la vana concupiscencia de los ojos, la avidez de espectáculos frívolos, la locura de los estadios, las competiciones sin premio alguno! 

San Agustín, sermón 313, Cartago.

 (Sobre San Pablo)
`El SEÑOR te ha puesto por sacerdote en lugar del sacerdote Joiada, para estar encargado en la casa del SEÑOR de todo demente que profetice, a fin de que lo pongas en el cepo y la argolla.

Jeremías 29:26

Frente a la nueva religión pseudocientífica en donde hay que creer en un virus que no ha sido aislado aún, en un contagio que inició siendo controlado por agua, jabón y una “sana distancia” y que ahora necesita que sea exhibida la fe a través de mascarillas, que posee un ejército de pagados curas de las farmacéuticas que atiborran medios y social media y que adiciona a las nuevas señoras beatas de las parroquias y que son los odontólogos expertos en epidemiología, los enfermeros y médicos que no leen libros y que son apapachados por los laboratorios en un ejercicio de corrupción para dirigir a la gente a que compre lo que los sobornos adoctrinan, que son también los wannabes que se creen muy informados por reproducir constantemente la propaganda multimediática –se creen informados, la realidad es que son desinformados militantes, como Catecúmenos o Testigos de Jehová- y la bola de borregos conformistas que acuden a la misa dominical aunque no crean en ella pero no le oponen resistencia, cual marido llevado casi de las orejas al templo y refunfuñando pero que espera lo más importante después de la homilía: irse a echar chelas y ver fútbol y no tener conflictos en casa- pareciera que no hay nada que hacer, la realidad es que hay antídoto a la idiotez porque pese a tanta tontería y manipulación sabemos que SIN EMBARGO SE MUEVE.

San Pablo, el loco radical que bajo ataques esquizofrénicos alucinaba al estilo de Juana de Arco, que era súper anti feminista, déspota, inspirador de los autoritarios –y miren que la Iglesia ha salido re buena para ello, es donde hay cero democracia, solo una mafia de manipuladores purpurados- ha sido combinado en estrategia con el otro desquiciado: San Agustín, sí, el que dejó a su suerte a Fiora Emilia y le valió tres kilos de chorizo la muerte de su hijo Adeodato, obvio, con una madre loca como santa Mónica, una mamá control freak que se alaba en templo ¿quién no estaría enfermito? Con razón hay tanta gente religiosa fanática y aplaudida. Pues bien, Agustín dice que lo que de placer es pecado, ergo, en esta nueva fantasía religiosa si respiras libremente, vas al gimnasio, tienes sexo, paseas y sales de antro eres un pecador que será repudiado por la sociedad creyente en el virus tan poderoso… que deja sobrevivir en  99.8% de los contagiados.

Un virus divino.

Este coronavirus es como dios.

Omnipotente. Arrasa con hombres, mujeres, niños. Traspasa mascarillas, vence vacunas, hasta en sus dos dosis o hasta tres.

Omnipresente. Salió en esto más chingón que dios, el virus determinó que en parques, plazas y playas actúa de maneras misteriosas y siempre está, aunque si hay eventos políticos se desaparece o si hay elecciones se va de relax.

Omnisapiente u omnisciente. Sabe lo que haces y te lo restriega en la televisión de manera generosa, te hace saber que conoce todas las estrategias que hay contra él, hereje, y ya vio que las farmacéuticas tienen todas las cepas posibles gracias al alfabeto griego –alfa, beta, gama, delta, épsilon, etc.- Tiene todo el conocimiento de lo que se inventará contra él en todo laboratorio.

Es importante reconocer que en las dos vertientes de su omnisciencia triunfa mañosamente, porque en la inherente –saber todo lo que desea saber- y la total –sabe todo lo que se puede saber- les gana a los investigadores, es más, sabe que buscan aislarlo y no se deja ver. Que pillín.

Desde su omnisapiencia es evidente que sabía, sabe y sabrá que habrá quienes le oponen resistencia, posee el expertiz religioso católico que en su mayor etapa gloriosa, la Edad Media, se puede imponer, así que tiene instituciones religiosas con todo tipo de creyentes, políticas y gubernamentales por montones de izquierda y derecha porque como el clero sabe que los dineros determinan el buen funcionamiento y desarrollo de la santa iglesia a través de sobornos, corrupción y compartir poder para esclavizar a la gente –recuerden, el chiste era parar todo para endeudarnos a todos-.

Este virus es hábil y político al 100% porque no le importa el partido o la ideología en el poder de un país, el chiste es mantener a todos endeudados, se quiso imponer con préstamos del FMI pero ahora lo hace con el financiamiento de las vacunas y todas sus dosis que se pagan con los impuestos de la gente que cree que sus gobiernos se las dan gratis, ilusos habrá siempre.

Obvio los sacerdotes del nuevo culto no usan mascarillas, viajan por el mundo, comen donde desean y mandan a sus niños a las escuelas que nunca se detuvieron y por cierto, la manera en que el culto se expande es a través de los celulares y las 150 veces promedio que los usuarios revisan debido a su ansiedad por frustración en la vida teniendo mensajes permanentes de terror y advertencia a la herejía.

Apóstatas, agnósticos y ateos.

En medio de este nuevo culto con curas policías y políticos hay esperanza.

Miles de médicos, enfermeras y científicos que desafían esta imposición de oscura nueva Edad Media están demandando a sus superiores por mentir y dan la cara para desenmascarar las mentiras que la propaganda corona como verdad, cientos de miles de ciudadanos que dicen puede que exista el virus pero no queremos esta religión fachoestalinista (término que habla del autoritarismo de derecha e izquierda igual de genocidas y culeros) y por supuesto los que niegan toda esta barbarie.

Es importante señalar que la integración de esta triple A es la única posibilidad de echar abajo esta manera religiosa y déspota que nos quiere quitar el derecho de libre asociación o reunión, de libre tránsito, de libre pensamiento y por supuesto de libre albedrío iniciando desde nuestra primera soberanía: nuestro cuerpo.

Quizás por eso los covidianos y sus covidiotas se alteran cuando escuchan el término que el feminismo encumbró para lograr la despenalización del aborto: el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo.

Por cierto, desde el punto de vista de la escolástica hace falta más el tomismo. Necesitamos ese virus aislado y a la vista porque hasta no ver no creer.

Postdata: dios no existe.

Manuel García Estrada, el hijo del rayo.

(*) EFE, AP, AFP y Reuters.

(**) Afirmación o posición contraria a los principios y las reglas establecidos y aceptados comúnmente en cualquier cuestión, ciencia, arte, política, etc. Originalmente su aplicación es a los que dudan de las enseñanzas sobre dios, religión e institución.

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