Ser mediocre está de moda.
Las redes sociales, los medios de comunicación y el propio gobierno ha generado una moda masificada como nunca y apreciada de manera impresionante: ser mediocre.
Recientemente vimos al gobierno de México + CdMx subirse en el mame del concierto masivo GRATUITO -a la gorra ni quien le corra- del grupo Firme. El aparato burocrático se lanzó con determinación a las arengas y agradecimientos de un show con música vulgar, corriente y carente de propuestas creativas y cuando se señaló el bajo nivel de la música y se criticó a quienes escuchan ese tipo de canciones el «progresismo» aventó toda la parafernalia de victimización diciendo que quienes cuestionan el tipo de expresión musical son discriminadores. Nada más ridículo porque el querer legitimar la cultura de masas como de élite se convierten en un patético berrinche de adolescentes ignorantes que se sienten dañados por su bajo nivel intelectual exhibido.
Es evidente que la cultura tiene muchos niveles pero lo del zócalo fue entretenimiento tipo Televisa, nacote, najayote, de peladitos que gustan de ver nalgas a las 9 de la mañana en sábado mezcladas con bolsas de Sabritones e historias de «celebridades» que platican de sus último «éxitos» en donde el albur y la locomotora de lo chabacano es aplaudida por gente más ignorante y resentida.
También recientemente vi un patético festival, del cual ahora sabemos que el gobierno causó daño patrimonial, que para festejar la independencia de México se hizo llamar «reborn» porque así atraerían turistas de otras latitudes, el patético evento acabó convirtiéndose, para empezar, en un desastre de asistentes que se adicionó con un espectáculo también de música chafota y vulgar que se coronó con un coctél que solo era para los funcionarios municipales que, por cierto, con tanto alcohol y disputas personales, se acabó convirtiendo en show de cantina de mala muerte porque los regidores se agarraron a moquetazos, a madrazos. Bien finos.
Las actividades chilango gubernamentales y cordogubernamentales nos muestran a la 4T en su esplendor, ni lo corriente les sale bien, sea con asistentes gorrones o porque ni para comprar boletos para espectáculos pedorros les alcanza a los gobernados, Córdoba tiene 53% de pobres y esos eran el mercado de la música propuesta.
Dentro de toda la mediocridad también hallamos a los que se creen próceres de los cambios, en sus vidas nunca han sido exitosos y no son inteligentes sino una bola de aspiracionistas que podrían resolver en terapia esa necesidad de ser reconocidos al menos por tener una miradita coquetona pero ni a eso llegan, motivo por lo cual saturan las redes sociales con actividades jodidas para las que en «estratégicas negociaciones» logran que haya camisetas para equipos de baseball o fútbol ¿es en serio? Eso es hacer «estratégicas negociaciones». Estos sujetos mediocres, obvio, tienen carencias afectivas, emocionales e intelectuales que no podrán reparar ni en esta ni en 17 vidas más.
¿Por qué hay tanta abundancia de mediocres? Porque el propio AMLO lo aplaude, festeja e impulsa desde la presidencia. Habla de medianía y los miserables actos de trabajo de sus subordinados los quiere posicionar como chingones. Pero es el propio nivel de AMLO, muy bajito.
En estos meses de nuevos gobiernos locales en Veracruz hemos escuchado que a los 100 días de las nuevas administraciones informan de logros: sacamos 400 fotocopias o sellamos 200 peticiones que fueron engrapadas en expedientes. Creen que el trabajo es presentar logro y que la burocracia es acción cuando en realidad es una burla porque solo aplauden su ineficacia ¿de verdad hacer su trabajo es digno de ser aplaudido? Chingá, yo entonces tendría que tener un monumentos del tamaño del coloso de Rodas.
¿Por qué sabemos que los mediocres están de moda? Sencillo, cuando te das cuenta de que lo que cuestiones y señales es una ofensa estás en el reino de los mediocres.