Antes del Hijo del Rayo ya era El Águila.
Hoy 22 de noviembre EL MUNDO, el diario de Córdoba y Orizaba, clásico y tradicional, dejó de circular de manera impresa, lo lamento porque cuando era niño y adolescente estar en Córdoba era poder tomar café y llevarte como artesanía el periódico lleno de notas rojas y chismes de sociales que yo solo conocía por este medio. Cuando estudiaba Comunicación ya analizaba un poco más al periódico con columnas que en su mayoría siempre han sido oficialistas y conservadoras, hasta cursis, pocas veces las buenas plumas fluyen por ahí.
Recuerdo una vez una columna de un sujeto quesque muy prestigioso en su pensar que sugería entubar el río San Antonio como se había hecho con los ríos en la ciudad de México, la verdad me pareció grotesco.
Al llegar a establecerme a Córdoba -me formé en ciudad de México y Toluca-, a mediados de los 90 aparecí en Sociales como mi madre lo había hecho a finales de los años 60; más tarde cuando mi gestión cultural avanzaba difundieron actividades que desarrollaba aunque debo precisar que solo hasta que llegaron los festivales de jazz me trataron bien porque eran enormes, de hecho al fundar los festivales de este género creo que no les quedó de otra.
El primer ataque que recibí de El Mundo fue en 1999 cuando hice un festival para celebrar el nuevo milenio, fue MUCHO MÁS grande e importante que el festejo del gobierno municipal y ese ardor creo que llevó al gobierno o a la dirección del medio a atacarme de una manera vil y baja, en ese entonces yo editaba y dirigía mi propia revista: El Águila.
Por cierto, El Mundo jamás condenó los ataques y persecución del ayuntamiento contra EL ÁGUILA que fue boicoteada hasta cerrar y ni por broma tuve un mensaje solidario o una nota sobre la política municipal contra mi edición de 1000 ejemplares trisemanales de 1997- 2002 de parte de esa casa periodística.
Años más tarde y desde el poder, otra vez, recibí injurias y difamaciones que también fueron dadas a conocer por El Mundo y jamás tomaron el tema para darle seguimiento y mostrar lo que se demostró: todo habían sido mentiras y veneno de algunos que mezclados entre cultura y gobierno y harta envidia me tiraron con singular alegría.
Pasaron 15 años en los que trabajé en cultura, política y café para que publicaran en El Mundo actividades que son valiosas para cultura, política y café y que gracias a que nueva gente llegó al diario se publicaron, como que no les era cómodo que hiciera bien mi trabajo entre la gente de la dirección general.
Nunca han sido solidarios de verdad, solo algunos de sus reporteros y una directora, pero nada más. Al final lo más valioso de EL MUNDO son los trabajadores que aunque han tenido un pie encima de la línea editorial patronal que no es amante de la democracia han sabido abrir espacios para lo que sobresale.
No me gusta que un medio sea solo digital pero cuando lo observo con detenimiento es algo que yo viví hace años, cuando un gobierno y no la tecnología, me llevaron a cerrar. Lo van a superar.
Cuando El Águila cerró no hubo notas ni textos difundidos en ninguna parte sobre nuestro fin, pero a diferencia del SOL de Córdoba, que también es ahora digital, y a diferencia del Mundo, la Revista de Artes y Ciencias que tuvo por eslogan «la opinión trascendente de las Grandes Montañas» se ha mantenido volando a través de un Hijo del Rayo, Rococó Café, Mass Letras, Coffee Fest, El Café Puede Salvar a México, la Asociación de Creadores para el Desarrollo Social, Condesa Town, Roma Town, Córdoba Capital de la esperanza.
Muchos conocen mi trabajo desde 2012 vía YouTube, facebook o Twitter, ahora adicionados Telegram y TikTok… y es que antes de ser El Hijo del Rayo yo ya era El Águila.