Cambiando mi destino
Camino sobre vidrios desmoronados
no logran cortarme
avanzo hacía el riachuelo
aquel
colmado de mariposas
es la puerta para platicar con tus sueños, ya sin agobios,
atestados de brillantes caramelos
que excitan las horas más cándidas
y sorprendentes del océano
entre las arcas que deambulan sollozando en las dendritas por tus latidos galopantes
en las más intrépidas horas de las almas que profundamente colmadas de mis dedos
hacían de todo segundo un jadeo
y de todo minuto un planeta.