De merolicos y burros, la construcción no ideológica de la 4T.
In memoriam. Acteal 22, 1997. Fue el Estado.
Tener a un presidente ignorante que se reafirma como «intelectual» hablando de historia a modo, es decir, ideologizadamente en su beneficio dista de ser alguien brillante, preparado y con visión de Estado.
Pensábamos que en AMLO había una mente capaz de gobernar para todos y a todos, no ocurrió ni ocurre, es normal, el ignorante odia lo distinto, carece de herramientas capaces de construir puentes con el otro, es que piensa manera diferente y que cuestiona y duda. A menos que más que ignorancia lo que desee es control total como hacen los líderes religiosos en Irán o en Rusia o como lo hacen los déspotas de Corea del norte o Cuba en donde el que critica y cuestiona es perseguido y se le acusa de ser enemigo de la revolución. Es decir, enemigo de los que se adueñaron del poder y se enriquecen por él.
La ideología que según AMLO y la nomenklatura usan es el marxismo, ya saben, ese que es como cuento para adolescentes resentidos en donde les venden la idea de igualdad cuando siempre hay una casta dominante, ese juego de ideas de engaña bobos es muy fácil de repetir y es estridentemente igual a la ultra derecha como lo anotaba arriba. Los nazis -socialistas nacionalistas-, los comunistas – socialistas globalistas-, los obispos de la iglesia ortodoxa rusa o los imames musulmanes tienen una cosa en común: totalitarismo sociópata.</p>
Cuando hay una masa ignorante lo más fácil es hacerla recitar consignas o frases hechas que les han vendido como ideas del despierto, según ellos despertar es culpar a otros de todo lo que pasa.
La 4T en su propuesta no ideológica es un montón de ideas mal concebidas que repiten o los que buscan perpetuarse en el poder o los que desean ser los dóciles incondicionales que reciban cargos para prosperar, es decir, para asegurar salarios y prestaciones. Hay emisores de mensaje y hay replicadores, es un sistema de propaganda que tiene mucha tradición en el ministro Goebbels.
Pasaba con el PRI y con el PAN… sí, pero al menos en el priato y los dos sexenios del pan había dentro de las filas de los servidores públicos una fijación por cumplir con las reglas para ocupar cargos, las anomalías se convertían en escándalos y las más de las veces los funcionarios chafas se tenían que retirar. Hoy eso no pasa. De hecho se multiplica con total impunidad.
Es evidente que dentro de los sectores de interesados en perpetuar a morena en el poder no hay lectores, mucho menos lectores de calidad, que quede claro, la lectura de materiales de propaganda distan de ser literatura cualitativa porque su afán es manipular mentes y dejar a los que colocan sus ojos sobre esas letras en militancias no en reflexiones.
Un régimen que busca el control y el adueñarse de la gran empresa que es el gobierno insiste en que la educación no forme personas que piensen y construyan sus identidades en ideas superiores basadas en la pluralidad y la diversidad de las ideas, el control solo se construye con brutos que repiten lo que les dicen. En la actualidad las granjas de bots, los trolls -funcionarios agazapados que tienen varios perfiles para atacar al distinto- alimentan mucho a las redes para crear una falsa percepción de apoyo a ideologías, los más tontos ni siquiera se cuestionan el porqué un perfil con avatar de animal con pocos seguidores constantemente llama la atención en twitter, por ejemplo, con mensajes de que se les murió su mamá, los dejó la novia o su papá está en el hospital, llaman la atención con eso porque usan las emociones para tener adeptos muy al estilo de los Testigos de Jehová que cuando se enteran de que hay una nueva viuda se lamen los bigotes para ir a reclutarla.
Da mucha vergüenza que en un gobierno que debería ser de esperanza y de impulso a la libertad sea un aparato de propaganda que además de chafa promueve lo más bajo de la sociedad: linchamientos digitales, persecución de periodistas críticos, señalamiento y humillación para activistas y ciudadanos pensantes. Peor aún, que haya funcionarios de todos los niveles que con el afán de mantener un puesto de trabajo sean capaces de alentar lo más podrido de la sociedad en su beneficio.
Para sufrimiento de los déspotas e ignorantes están los ciudadanos, los que sí leen, los que sí reflexionan, los que sí cuestionan y que como siempre, acabarán imponiéndose sobre los vulgares y codiciosos nuevos ricos que desde la ignorancia observan que por más descalificaciones que hagan son incapaces de argumentar a quien los señala.
Parece que los negligentes, los estúpidos, los necios, los totalitarios, no acaban de aprender. Tuvieron décadas para comprender que la gente nunca iba de Berlín occidental a la RDA sino al revés, ni aunque se cayera el muro, ni aunque se persiguiera ahora a los autoritarios soviets. Ni hablar, otra vez pasarán por lo mismo por su arrogancia, entre más alto creen estar más duro será el chingadazo de su caída.