Día Mundial de Lucha contra el VIH.
Toño Martínez de la O
En un país con tanta ignorancia es imposible pedirle peras al olmo, sin embargo, en medio de un chorro de gente homofóbica e insensata los pacientes con VIH se abren paso en sus derechos aunque culturalmente siguen siendo víctimas de discriminación o chismes ruines y mezquinos que incluso dentro de la comunidad LGBT existen. De hecho menciono a este sector de la sociedad porque en teoría debería ser la más amable y solidaria ya que han sido los más atacados y violentados por padecer focalmente, por culpa de la tv, radio y prensa.
El VIH me quitó a dos seres queridos, ninguno actuaba de mala fe ni era un criminal ni un amargado con la vida, ambos eran alegres, talentosos y queribles pero el miedo a las pruebas para detectar VIH, el miedo a la sociedad, los hizo permitir la evolución de la enfermedad hasta que fue imposible hacer algo por ellos en un momento de la historia en donde ya es posible no morir por SIDA.
Les recuerdo que los pacientes de VIH deben tener una baja en su CD4 de menos de 200 linfocitos por milímetro cúbico de sangre para desarrollar el SÍNDROME DE INMUNO DEFICIENCIA ADQUIRIDA, una persona sana tiene entre 500 a 1600.
Hoy en día los tratamientos para atacar al virus del VIH son exitosos prácticamente en el 100% de los casos y el umbral de vida de una persona detectada con él al momento que comienza a administrarse su medicamento tiene un umbral de vida de entre 40 a 50 años, si alguien tiene 18 años su esperanza de vida es amplia pero no solo eso… en estas décadas habrá más avances en la lucha contra el virus.
Para mis amigos que tengo con VIH les quiero decir que me siento orgulloso de ellos porque han logrado convertirse en indetectables, es decir, personas con el virus que ya no contagian debido al bajo número de copias del mismo en su cuerpo. Me hacen sentir más humano cada día porque sé que se preocupan por sus pastillas, por comer nutritivamente, por hacer ejercicio y sobre todo porque asumen con responsabilidad su vida. Sé que ha habido momentos en que han caído y se han deprimido, sé que he fallado con ellos cuando me gana la integración a mi vida y olvido preguntarles cómo están. Es que han logrado estar sanos ¿Por qué acordarme del virus? Pero sé que no está demás recordarme a mi que ellos luchan por vivir cada día y lo hacen sabiendo que la gente podría segregarlos, discriminarlos, ofenderlos. Sé que su silencio los agobia y que sus palabras sobre lo que piensan día a día no salen por terror a los ignorantes.
He tenido muchas pláticas con ellos, me nutren en reflexión sobre el valor de la vida y el sentido que le dan a la frase «un día a la vez», también me han contado cómo pelean a veces contra el sistema de salud que entre el desabasto de medicamentos o enfermeras o médicos groseros deben deambular con fuerza e inteligencia, a veces exigiendo derechos y a veces bajando la cabeza para que no les entorpezcan su tratamiento.
Hoy 1 de diciembre les reitero mi apoyo, mi solidaridad, mi afecto, mi respeto y mi orgullo. Todos y cada uno de los pacientes con VIH nos hacen falta en el mundo. Todos en lo que hagan representan esfuerzo, lucha y esperanza.
Una recomendación: hazte la prueba y si sales positivo sé positivo, ve por tus medicinas y sigue viviendo. Que nos gusta que vivas y que seas feliz.