El abuso aprobado


Carta a la cultura del abuso aprobado e institucionalizado.

A ustedes abusadores que andan chillando por causa de mi rebelión. 

Querida mía:

Desde pequeño me enseñaron que debía dar a todos todo lo que pudiera, que hiciera por los demás los más que pudiera, me dijeron que debía ayudar y colaborar, en el templo me enseñaron que debía dar hasta que doliera. Y hoy ya me dolió.

Desde siempre me enseñaron a comprender la maldad que habita en los otros, en esos que son tan ignorantes de su Ser que cometen atrocidades como traicionar al amor en fidelidad sexual o los genocidios. Se me dijo que debía comprender que sus conciencias son pequeñas y que ellos, al final, son los que más sufren. Y hoy ya me cansé de solaparlos.

En casa había que aguantar la ira o el dolor sin emitir expresión alguna, había que bajar la cabeza porque el padre y la madre son la autoridad.

En la escuela no había que responderles a los maestros porque ellos son la autoridad.

En la calle había que ser dócil con los policías o los funcionarios públicos porque podían dañarte más porque son la autoridad.

En el trabajo no debía regañar a los empleados porque quién sabe de qué situación de tragedia venían los pobres a trabajar.

En el partido político debía ser dócil para quedar bien con los que se reparten el pastel para ver si me daban algo y si no pues había que ser institucionales y aguantar. Eso pasaba en el PRD y pasa hoy en MORENA y todos lo aprendieron del PRI.

Con los amigos había que ser prudente porque «no se debe decir todo lo que se piensa porque te quedarías sin amigos».

De los parientes lo mejor era no meterse en sus vidas para poder seguir conviviendo en paz.

Hace unas semanas querida cultura del abuso aprobado e institucionalizado ya me cansé y lo que obtuve fueron reclamos de egoístas amañados acostumbrados a siempre recibir pero no a dar. Y finalmente respiré.

La enseñanza en casa de ser bondadoso y generoso a cambio de nada se aprende en las mentiras de la religión, esa que permite a los que saben que es un arma de control y sometimiento seguir abusando con el aplauso de los tontos… y este tonto se cansó de ello.

No sé si estoy listo para ser yo como siempre he sido pero que fue reprimido y sometido dejando se ser lo que de verdad soy.

Algunos pensarán que ya he desatado suficientes tormentas, la verdad es que no les he creado ninguna porque siempre les he comprendido pero la vida es muy corta y estoy cerca de los 50 años, es hora de ser lo que se es.

Querida cultura del abuso aprobado e institucionalizo, te declaro muerta y sé que habrá daños colaterales sobre los que cómodamente me creyeron su burro de carga. Esos son los que más arderán acusándome de injusto.

¿Pero no es acaso el abuso la mayor injusticia del día a día?

Agradezco, cultura del abuso, que me hicieras dejar de lado a mi persona en su ego porque ahora sí valoro los logros y los hechos en su justa dimensión, lástima por aquellos que te ocuparon con tanta alegría.

Ahora cultura del abuso aprobado e institucionalizado te digo adiós, crece en otros, vive en otros. En este maduro Ser eso se te acabó.

Julio 2, 2019.
Pandemonium: Textos libres y herejías selectas.

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