El niño que se forjó a sí mismo
La persona más importante de su vida no le vio, no le ve y no le verá.
Pasó de largo primero sin darse cuenta, esperaba que le viera el cielo, pero el cielo le tenía una sorpresa, asumió que no había sido visto, que no le veía, que no le vería jamás.
Quizás en otro mundo, en otra vida, en ésta el alma entendió el prodigio de ser libre.
*
Decidiste no verme aunque me trajiste a este hostil planeta
hice cuanto pude para que voltearas más allá de un segundo
fue la nube que traías desde mucho tiempo atrás quien te impidió ver mi luz
padecía la tragedia de querer tu atención sin recibirla
era, soy y seré habitante de otras mentes
peatón de mis propias calles
arbotante de mi parque
Absorto estoy incomprendido
me encuentro redimido por mis sueños libres
las estrellas evidencian que mi galaxia era distinta
fui sembrado entre estos extraños seres
asombrosos, desesperantes, absurdos, misericordiosos
Apenas entendí con todo el hambre de la razón
los sucios pasos de mi desesperanza ante tu corazón amoroso en lontananza
aún pese a todo digo gracias
me inclino ante ti refugio jamás sentido
cobijo jamás mostrado
arropamiento inexistente
clan invisible
misteriosa Torre de Babel
Camino sereno a mi destino
libre
recorro los puentes de los mil sueños
solo
fuerte
recio
forjado por otros que un día alcanzaron también su destino
ahí sentí abandono
es su fuerza recurrente en mis neuronas la que explota en mis ojos y mis sienes
Ahí, esperando esa mirada azul
dejo al niño agobiado por el aura
rompo el cascarón del hombre
sonrío ante la confianza que me tengo
sin fallarme
he avanzado
Nuevamente reitero gracias
sin ser visto me arrojaste a ser bien fuerte
y es ahí en donde nuevamente digo gracias y me inclino para honrarte