La gran diferencia entre ideas, proyectos y programas de trabajo.
Manuel García Estrada
Sobre propuestas de algunos que me ha tocado escuchar en los últimos años tengo algo que decir, sobre todo porque muchas veces son cosas que ni sentido tienen.
La mayoría de los «creativos/creadores» no pasan de generar ideas, los proyectos son otra cosa. Cuando un proyecto se mantiene activo se convierte en programa de trabajo. Estos pueden ser artistas o gestores, no recomiendo que los artistas se conviertan en gestores porque las dos cosas son muy difíciles de manejar.
Si a un artista se le critican sus ideas o proyectos se hieren en lo personal y no entienden las evaluaciones, críticas y cuestionamientos profesionales.
Estos son los tipos de propuestas que he recibido: ideas y proyectos. La enorme mayoría no habla de programas de trabajo porque aman la inmediatez y que les celebren sus trabajos desde el principio. Los programas llevan años de acción y no son sencillos de mantener.
a) Ideas. Cualquiera tiene ideas e iniciativas. (Da hueva escuchar a esta gente, la mayoría son pendejos con iniciativa; quieren todo gratis pero su pobreza reside en que no piensan que todo cuesta).
Muchos de estos creen que porque tienen ocurrencias se les debe algo. Son generalmente muy estúpidos y se ofenden muy personalmente si no les dices que sus ideas están padres, necesitan reconocimiento y sentirse chingones. Nos evitaríamos muchos problemas si tomaran terapia.
b) Proyectos. Pocos pueden estructurar sus ideas, convertirlas en objetivos y en métodos de aplicación y producción. (Da hueva que quieran que uno les produzca las cosas y los conecte con las personas que necesitan, quieren que les trabajes sin pagarte y se ofenden si cobras, creen que merecen la ayuda, algunos evalúan a los gestores o creadores queriéndoles componer sus trabajos y acciones). Los proyectos se entregan por escrito. Jamás un proyecto serio se presenta platicando sin datos, estrategias, costos, cronograma, arte, etc.
c) Programas de trabajo. Muy pocos pueden mantener actividades en una línea temática de impacto constante, más de 3 o 4 años de aplicación. (Estos son los verdaderos creadores de cambios, son muy, muy escasos, cuando te necesitan te dicen cuánto te pagarán). Son los más criticados porque no andan pidiendo favores, saben manejar RRPP y saben cómo y qué decir para mantener el ritmo.
Muchos de estos sujetos que presentan ideas o proyectos quieren hacer políticas públicas -desde el gobierno-, son pocos los que actúan desde la ciudadanía, por cierto, un programa de trabajo solo se logra desde esa plataforma.
Otros que quieren «hacer cosas» como festivales cometen demasiados errores porque anteponen el ego al servicio, olvidan que además se deben procurar un sueldo de sus propuestas, los gestores como los artistas no comen del aire.
En México se le ha hecho creer a la gente que los gestores no deben cobrar por su trabajo porque se cree, pobremente, que todos aspiran a cargos y no al bien social a través del desarrollo de las artes, las ciencias, el deporte.
Algunos más con propuestas de servicio son viles utilitaristas de la gente para sus fines de evasión de impuestos o para la política miserable que compra votos a través de venderse como «benefactores» de la comunidad.
Recordemos siempre que el pueblo no necesita limosnas, necesita justicia.
Recordemos también que se gobierna desde los programas de trabajo.
Y recordemos que solo muy pocos pueden mantener programas de trabajo con muchas estrategias y fases, es la aplicación de los ideales a la vida cotidiana por muchos años los que coronan a los más extraordinarios gestores y políticos que desde la ciudadanía muestran nuevos mundos y son capaces de construirlos frente a todos nosotros.
Les aviso, los políticos que no tienen ni idea de estas diferencias hacen solo ocurrencias que salen mal, acaban mal y los exhibe como mediocres. Aléjense de ellos y por favor, dejen de votar por ellos.