La IMPORTANCIA de EXPRESAR algo que SENTIMOS y PENSAMOS

¿Por qué será que en la taciturna oscuridad de la madrugada las ideas fluyen como grandes cascadas de reflexión? Quizá porque el caótico ajetreo del día ensordece nuestras más profundas introspecciones, lo cual nos hace más incoherentes y estar dispersos entre «el que hacer, el pensar y el decir».

Todos tenemos creencias, pensamientos y opiniones para expresar y compartir, no obstante entiendo que no a todos se les da esa fluidez para expresarse de manera oral, escrita o artística (dibujo, pintura, danza, actuación, musica), pero si no lo averiguamos de una u otra forma cómo saber que nuestro punto de vista sobre en el que se construyen nuestros conceptos y la manera en la que percibimos la vida son las adecuadas y sensatas para desenvolvernos en el mundo… en nuestra sociedad; el mundo se formo a partir de prueba y error, sin embargo en una sociedad como la nuestra a menudo lo que limita, frena y detiene a las personas es ese temor a equivocarse y ser criticados, esperan llegar a la vejez para dejar de preocuparse por esas cosas de mejorar cada día, es como si desde niños abrazásemos la apatía para evitar todo tipo de vergüenza, y en efecto, desde niños se nos dijo «tú no estas hecho para eso» antes de siquiera vernos desenvolver en una actividad o buscar otra alternativa, no se nos motivo, al contrario se nos desmoralizó por la circunstancias que hayan sido, lo contrario a lo que sucede con niños que por lastima no se les exige y en ellos se fomenta la mediocridad, yo pregunto, ¿ese es el futuro del que tanto se hace argüende?

Recuerdo que a la edad de diez años escribí mi primer artículo si es que así se le puede llamar a los garabateos de una idea que hice en cuarto grado de primaria, y es que aun recuerdo que utilice ciertas palabras para hacer referencias al tema en cuestión, mi profesor leyó eso que yo había escrito y termino reuniendo a sus más acérrimos colegas para hacerme leerlo frente a todos ellos, como si fuesen sinodales para otorgar un titulo académico me preguntaron qué de donde había sacado esas ideas para tener tal osadía para argumentar de esa manera, (desde entonces supe que sufriría de pánico escénico) con tanto nerviosismo respondí que había confeccionado ese raquítico párrafo con ideas y analogías propias a partir de conexiones que forme entre cosas que había observado y escuchado en algún momento, por supuesto lo que escribí y como respondí fue con el léxico propio de un niño de esa edad. Mi profesor al leer mi idea y luego haber escuchado con tanto balbuceo mi explicación de «cómo y porqué» hice ese escrito, me dijo que tenía sentido y ser un claro incipiente para la literatura, incitándome a continuar escribiendo historias y narraciones para desarrollar eso que ya desde entonces parecía un innato intelecto en mí; debido a mi fobia solo lo hice un par de veces más en la secundaria, y aunque la primera vez no fui yo quien narró de manera oral mi nombre fue mencionado como el autor de ese relato escrito lo cual me dio la confianza para hacerlo por segunda vez.

No fue hasta la edad de dieciséis, dieciocho años que comencé a interesarme realmente por la lectura y ahora a mis treinta y tantos me decido a escribir nuevamente, y es que con tantos errores en mi redacción tengo el animo y el ímpetu para crear y pulir mi propio estilo para dejar una huella mía en el mundo al pasar por esta vida, y es que me atrevo a decir que esta es una de tantas formas mías de darle sentido y significado a mi mundana existencia al estar constantemente dudando, cuestionando y replicando, investigando y compartiendo en vez de construirme una identidad sobre invertebradas argucias del «dice», llevando mis pensamientos más allá de la almohada, negando la existencia de un dios displicente por sus predicadores que intentan decir como debe uno vivir y expresarse.

Lo que intento hacer es motivar a otros a expresarse sin temor a ser criticados porque hay de criticas a criticas, y es que quien critica sin construcción para los hechos es porque habla con suficiencia de algo que ni él mismo comprende (villamelón), son esos (villamelones) los que representan el retraso sociocultural, académico y hasta económico.

««El mundo necesita de más lectores y de más escritores»».

Luis Fenrir

Un comentario en «La IMPORTANCIA de EXPRESAR algo que SENTIMOS y PENSAMOS»

  • el agosto 1, 2021 a las 12:02 am
    Enlace permanente

    Me encantaria poder escribir así pero comowno se me da, seguire disfrutando de tus narraciones.

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *