Nacos y Fresas

Depositaron el ramillete floral a los pies del Sagrado Corazón, y encomendaron su futura vida matrimonial a Su cuidado.


Todos mirábamos expectantes. Finalmente se dirigieron a las marmóreas escaleras y antes de bajar Diego, levanto su puño y sonrió ampliamente, no sin tener la precaución de brindar el otro brazo a su flamante esposa para descender sin percances; binomio que regirá, sin duda, su vida en pareja.
Mientras El cortejo salía por la nave central al ritmo parsimonioso de la marcha nupcial, los aplausos hacían eco en los reverentes arcos neogóticos y los rosetones se bañaban de sol, dado vida a los cristales, que hacían danzar a partículas multicolores de polvo por las cabezas de los recién casados.
Invadido por una genuina emoción, comencé a gritar a voz en cuello, mientras golpeaba mis palmas la una con la otra de una manera rabiosa: «bravo, bravo»; no pase del tercero porque me falto el aire.


Uno de mis hermanos, que estaba en la banca de adelante, con una agilidad que no corresponde a su anatomía, se apersono a mi lado y me dio tremendo codazo en las costillas; con rictus de dolor lo voltea ver y me encontré con sus desorbitados ojos…. y desde el balcón de su indignación con adusto rostro desaprobatorio, me castigo con el flagelo de su desdén espetándome enfático: “NO SEAS NACO».

Interesante…


La reacción del consanguíneo : «No seas naco» podría parecer un acto aislado pero realmente esa reacción primaria y sin elaboración mental es un matiz del caleidoscopio social en el que vivimos; en donde hay reglas y formas, maneras y lugares.


México no es racista pero es intrínsecamente «clasista» porque las clases están determinadas y en donde el dinero no es,   necesariamente, el que rige sino la apariencia y las costumbres.


Los residuos de la colonia están profundamente arraigados.


La cultura mexicana hace mofa de los nacos pero tiene terror, cada clase social en su esfera, a ser considera «naca». Y los resentidos llaman a unos fresitas y los fresitas desdeñan a los que no son como ellos llamándolos nacos.

Y hay nivele de nacos y fresitas. Una cosa tienen todos en común: todos quieren moverse hacia arriba en la escalera social…como si fuera un derecho inalienable.


Asi pues, fresas y nacos…


Los que no son fresas seguido traen al tema de los fresas; y los fresas casi siempre dicen que no lo son aunque se saben fresas y morirían si no lo fueran…los nacos no se sienten nacos pero tratan de ridiculizar a los que no lo son, OSEA a los fresas…y los fresas notan y desdeñan a los nacos desaprobando y  burlándose de sus nacadas…


Curiosamente el naco sabe cuándo una reunión es fresa…y el fresa sabe cuándo una reunión es naca…y por motivos misteriosos siempre hay los unos en las reuniones de los otros y los otros en las reuniones de los unos. Si bien el dinero o la falta de él, no define al fresa o al naco… es el elemento que ayuda para ser más fresa o archirequetecontra naco… Encuentro altamente entretenido observar cuando los interfectos se afanan neciamente en la negación de sus esencias.


Por cierto la  boda que atendí fue bien fresa; chale! Ni se cómo me invitaron pues.

Pablo Portillo

Un comentario en «Nacos y Fresas»

  • el agosto 1, 2021 a las 12:12 am
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    Excelente aun que creo que muchos mexicanos si son rasistas y clasistas.

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