La marcha del ardor. Vitacilina necesaria.

En un bizarro episodio al viejo estilo del PRI, como cuando López Portillo nacionalizó la Banca, AMLO convoca a sus seguidores, que son muy pocos ya, y ordena a sus gobernadores -morenistas- a que llenen el zócalo con acarreados.

En una aparatosa muestra de cinismo y sin vergüenza AMLO intenta manipular porque su necesidad brutal de reforzar su autoestima lo hace realizar actos absurdos e indignos y al viejo estilo priísta que es tipo maoísta, stalinista, hitleriano… autoritario, encabezará una marcha en donde lo podríamos ver hasta enganchado de brazos con Bartlett y Sheinbaum como marchaban los priístas con Fidel Velázquez. Una basura que pensábamos habíamos dejado en el pasado pero no, el dinosaurio sigue aquí.

Cada estado gobernado por MORENA debe traer camiones con gente que deberán alimentar y regresar a sus lugares de origen. Se estima que serán entre 30 y 50 búses los que pedirá AMLO a cada gobernador, unos 1600 asistentes en promedio, en sus cálculos al gobernar 22 estados habría ya una base de manifestación de 35, 200 asistentes. Puebla, CdMx o Guerrero querrán poner más gente.

Marchas que preceden a la del 27 de noviembre en las que podemos ver su actuar y logística que fueron planeadas:

  • Plantón de Reforma, no se pudo sostener porque los seguidores resultó que tenían vida y debían trabajar y atender a sus familias -hubo malos cálculos y se esperaba solo cash para levantarlo-.
  • Manifestación en apoyo a la lucha de la CNTE. En ese año AMLO no daba soporte al magisterio, la gente quería salir a la calle a sumarse al apoyo a los maestros -que también engañaron a la gente con sus discursos de los cuales obtendrían, sus líderes, cash-. En esta manifestación MORENA organizó a la gente por estados, cada entidad debía mover a los acarreados que fueron evidentes por la dimensión de delegaciones que sin dinero no pudieran haberse trasladado masivamente. Esto es lo que más o menos veremos el 27. El partido MORENA querrá que cada estado tenga una lona enunciando a la entidad de donde vienen los acarreados.
  • Cierre de campaña del 2018 y toma de posesión del 2018. Por obvias razones. Para recordar puntualmente: los asistentes llegaban con playeras por bloque, globos de algún color en particular para mostrar que los liderazgos más arrastrados ahí estaban, primero para obtener puestos públicos y después para congraciarse con AMLO. Se destacan los del movimiento de Bejarano de la esperanza. Van con banderolas.

Los acarreados deben de verse organizados y en bloque, en contingentes, en donde un líder muestra su capacidad de acarreo para quedar bien.

Cuando las cosas ya no tienen la misma organización pero que necesitaban realizarse manifestaciones para el ego de AMLO. Dos son importantes para la reflexión:

  • Grito de independencia 2019: la plaza estaba semi llena, había espacios por la plancha del zócalo y no había mucho entusiasmo, fue muy pobre la producción y eso generó desanimo pero sobre todo fue claro que no hubo acarreos.
  • Aniversario 1 del gobierno de AMLO: Aquí fue evidente que no se organizaron los acarreos como en otras ocasiones, había muchos espacios en la plancha del zócalo, tantos así que la bandera del arcoiris LGBTI gigante estaba en el piso ocupando mucho espacio porque no se llenó el zócalo. Ya no había entusiasmo entre los que fueron votantes y seguidores.

La marcha del 27 es la marcha del ardor, de la vitacilina, la de la imperiosa necesidad de humillarse frente al tlatoani para que se sientan todos unidos en un grupo, habla del miedo a dejar de ser los ganadores, algo que a la masa de escaso desarrollo emocional e intelectual les hizo la vida. Es una marcha de gente que no se quiere a sí misma y ante pone el orgullo bofo a la razón.

Los que marcharán, que la gran mayoría serán acarreados amenazados con argumentos de que si no van les quitarán los apoyos federales, burócratas y grupos sindicales, seguramente veremos a gente de PEMEX o CFE pero también veremos a los resentidos y amargados que no tienen de donde agarrarse sicológicamente y que soñaban con seguir siendo los fuertes cuando hoy no son más que piltrafas intelectuales carentes de dignidad. Ellos serán los más agresivos y violentos en sus consignas porque son la base radicalizada de Obrador, los esquizofrénicos.

Pobre AMLO, recordamos las palabras del uno de los villanos del sexenio: Carlos Loret de Mola cuando dijo que el enemigo de López Obrador es López Obrador. El presidente chiquito, el que pudiendo haber mejorado al país al máximo se conformó con ser un actor secundario, un pobre estúpido incapaz de ver al mundo sino solo a su pequeña mente encerrada en romanticismo digno de trova comunista que murió con ese sistema desde hace muchos años. Un sujeto que fue nombrado hombre de Estado en los sueños guajiros de muchos que ansiaban esperanza y solo recibieron miseria y a un pequeño tipo cargado de odio y resentimiento imposibilitado de construir mundos que, como bárbaro, prefiere destruir por el dolor acumulado en su ser.

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