La mentira, el plagio, el querernos ver la cara de estúpidos.

Puedes robarte un meme, una frase de un muro de facebook pero ¿plagiar párrafos de revistas para hacerlos pasar como tuyos? Fatal, como la ministra plagiaria. Por eso salieron algunos a defenderla, porque son incapaces de pensar por sí mismos y redactar correctamente sus ideas.

Los movimientos progresistas, de los que me referiré directamente, están llenos de gente pendeja que solo sabe repetir frases armadas y propaganda pegadora que a modo de slogan aparentar hacer de alguien un ser pensante.

Las falacias sobre las cuales se basa el feminismo contemporáneo, la lucha contra el racismo ficticia, el lenguaje inclusivo, por ejemplo, son imposibles de sostenerse porque carecen de lógica y a la hora de confrontar esas ideas con la vida cotidiana se caen a pedazos porque para creer en esa extraña «filosofía» hay que estar, para empezar, enojado con el mundo y el espejo, es claro que quienes militan en esa falsedad de planteamientos tienen resentimientos profundos y un sentido de la victimización brutales.

La realidad es que quienes apoyan a sujetos como AMLO y sus compinches corruptos, como la ministra esposa del socio del presidente, Rioboo, o están trabajando en el gobierno a sabiendas que son incapaces de trabajar fuera de él o tienen interés en obtener una candidatura sin dignidad ni escrúpulos o buscan impunidad y hacer negocios a lo sabroso fuera del marco legal.

Esos mismos son muchos de los militantes de esta «izquierda progresista» que jamás han trabajado para la IP. Algunos de estos propagandistas son personas que buscan mucho reconocimiento y son capaces de darle copy paste a textos o fragmentos de los mismos para publicarlos como propios y apantallar a sus amigos -que son más ignorantes- en el facebook o que desean hacer speeches que hagan creer que son gente inteligente pero no lo son.

Hay mentiras o plagios inocentes como el que se roba memes o frases del facebook y las traslada a su twitter o a chats que son como las mentiras que inventan algunos por su impuntualidad o su no entrega de tareas, ya saben, los que matan a sus abuelas 6 veces, etc. Pero las que dañan a la sociedad y buscan burlar la capacidad intelectual de los que sí piensan y acaban mostrando falsas personalidades son malas para el desarrollo de cualquier civilización porque no construyen nuevas ideas ni se basan en hechos o datos reales sino en apariencias y en ambición de esa, de la vulgar.

La reflexión sobre las mentiras de la ministra Jasmín que procuró que todo el aparato de gobierno del ejecutivo se sumara a las mentiras es de que no podemos alentar propaganda bizarra ni a personas que quieren sobresalir por su ambición baja y ruin que humilla a todos.

De hecho la ministra debe dimitir si es que tiene vergüenza y respeta a la Suprema Corte de Justicia de la Nación pero veremos que no se irá porque le vale madre la institución , lo que hace y buscaba usarla a su favor y de su camarilla facciosa. Nunca ha buscado el hacer el bien ni el propagar la justicia, solo buscaba, y lo sigue haciendo mientras siga en el cargo, llenarse los bolsillos porque sigue creyendo que el país no vale nada. Una vergüenza.

Y los que hacen del plagio y la repetición de frases mamalonas debieran ya parar y ponerse a leer y escribir correctamente el español para que puedan, al menos, alguna vez, manifestar un mensaje que salga de sus neuronas de perdida en las redes sociales.

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