La propaganda de las Mañaneras
Que no le hagan ya al cuento, las Mañaneras han sido y son solo un escaparate de propaganda que no tiene comunicación con la gente porque no hay derecho de réplica y las preguntas están sembradas, cuando alguien se sale de guion AMLO se enoja y repite lo que le han dicho que diga: es la prensa que defiende a la élite que derrotamos y que no sabe como retomar el poder. Puro show, es una escaleta ya muy repetida no solo en México sino en todas las naciones donde la polarización es el gran negocio del poder.
AMLO miente siempre y todo el tiempo y el aparato de propaganda montado por César Yánez, Beatriz Gutiérrez -no olvidemos que la 1a dama era parte de comunicación social durante la jefatura de gobierno del Peje- y el Jesús Ramírez que también nomás acata el guion.
Las Mañaneras lejos de estar cerca de la gente y lejos de ser un ejercicio para la democracia y la república es un show de información en una sola dirección, por ello NO ES COMUNICACIÓN porque no existe un feed back real. Todo está montado como programa de Rocío Sánchez Azuara. En estas emisiones matutinas, lo único que hace el Peje como narran los informes de la SEDENA es polarizar al país y hablar a su nicho de radicales, unas 220 mil de personas a 500 mil en todo el país.
Las Mañaneras tienen la misma perorata todos los días: «los medios de comunicación que son parte de la élite», «los medios de comunicación que están al servicio de nuestros adversarios», «los medios de comunicación que mienten para golpearnos» y demás bla bla bla han llevado a una masa ignorante y analfabeta a creer el cuento de que AMLO es víctima de todos y por ello lo critican. Semejante pendejada solo se creen los burros alejados de lo que significa ser ciudadano y de lo que debe de ser la prensa libre en una república: criticar, cuestionar y exhibir la corrupción, ineptitud, negligencia y abusos del poder.
AMLO solo genera odio y desinformación privilegiando el están conmigo o contra mi, cosa que en vez de ayudarle le aleja cada día más a la gente, su popularidad, según expertos en análisis sociológico, está entre el 30 y 35 % de la población pero sus encuestadoras, con la que hace negocios desde que dirigía al PRD lo colocan entre el 45 y 51% de apoyo de la gente. Es decir, ya ni sus Mañaneras le ayudan, las que por cierto se desplomaron en raiting por ser nada atractivas y evidentemente manipuladas y manipuladoras.