Los niños podrían ser lo máximo pero siguen bajo ataque, ahora de la cultura woke pro transgénero

A todos los niños y niñas explotados por sus padres, a los que han sido abusados por pastores y monjas que les mintieron y engañaron, a los niños que no tienen casa ni gobierno que les ampare.

Los niños sólo pueden crecer sanos en un ambiente de libre expresión y pensamiento ¿qué clase de niños queremos de aprobarse la reforma  a la Ley de Seguridad Nacional que privilegia a las armas sobre los libros y la educación?

No hay posibilidad de toparte con seres más sinceros que con los niños. Ellos son y punto. Hay que reconocer que a veces ya tienen el dominio de estrategias de manipulación y chantaje, como tú y yo lo fuimos, no lo olvides.

Los niños son capaces de sorprendernos porque al ser ellos, sin máscaras, dicen, hacen y opinan sin fijarse en las consecuencias de sus actos ¡qué maravilloso ejercicio de vida libre!

Recuerdo que hace poco estaba esperando en una sala mi turno para pasar al dentista, en ese lugar estaba un niño chocado de estar a la espera con su madre de entrar a otro consultorio. El pequeño de escasos tres años caminaba respetuosamente por el lugar y cuando me vio me sonrió, ¡a mí! ¡Sin deberla ni temerla! Obvio ello hizo que a mí me brotara una sonrisa enorme. El chamaco yo creo que se sintió aliviado cuando vio como le respondí, es que el pobre estaba entre puras viejecitas que se quejaban del ruido que hacía –no hacía nada más que decir “hola”- y de su activo andar –mentira, el peque nomás andaba de un lado a otro súper aburrido-. Todo iba bien hasta que entró en acción la bruja salida de un cuento: su madre. De pronto ante mis ojos la mamá represora fascista lo tomó y abrazó dando una orden: duérmete. ¡Eran las 11 de la mañana! ¡Estaba aburrido! ¡No daba lata! Pero había que sentir “pena” con las pinches cotorronas esas que estaban muy bien tratadas con bálsamos –estaban embalsamadas las mugres momias-. Enseguida el escuincle comenzó a berrear y la bruja le empezó a levantar la voz con otra orden: no llores. Me carga la chingada, me dije, ¿cómo es que la mugre señora se cree dueña del niño y por quedar bien con las calacas parlantes metía en el estrés al chamaquito? Neta que la mujer esa dependía más del qué dirán opresor que de la comprensión al bajito.

Muchas veces a los niños se les trata no como a pequeños humanos sino como a mascotas que deben no sólo obedecer sino hacer quedar bien a los padres con lo que se opine de ellos en la “educación” del crío. Se me hace eso re pendejo porque al niño hay que formarlo, no adiestrarlo.

Hoy en día vemos como hay papás que no pelan a sus escuincles y permiten que éstos hagan de un café o casa un campo de choque judeo-palestino que recuerda a una intifada y que no les dicen absolutamente nada, pues esos papás así como a los fascistas debiéramos ya impulsarles una ley para que los niños se liberen de esos cabrones que creen que por el hecho de que tuvieron un encuentro genital pueden ser llamados padres.

Un encontronazo de pene con vagina no hacen papá y mamá a nadie ni las leyes religiosas hipócritas que desean mantener el control del rebaño. Es obvio que cuando hay un individuo libre y pensante éste podría hallar a una pareja similar… osea verdaderamente “pareja” a él pero si esas personas no razonan sino que se dejan ir por calenturas, emociones y pasiones a lo buey y se educan con la televisión lo que hallarán es a otro enfermo codependiente o de vacío mental osea… de hueva. Si una pareja es plena e inteligente podría formar una familia así pero lo que más encontramos son familias disfuncionales con gritos alevosos, ventajosos y premeditados a lo estúpido.

Hoy cuando hay que pensar con más énfasis en los peques -es 30 de abril en México, día del niño- hay que razonar sobre si el gobierno está educando y formando a todos para ser mejores seres humanos, para ser plenos, libres, felices, responsables y capaces de forjar nación.

No hay escapatoria para el gobierno de México (y de todos  los países): él es responsable directo de la educación de los ciudadanos, por ello cuando vemos niños que parecen animales salvajes o sometidos hay que pensar  qué tipo de padres padecen. Qué tipos de maestros sufren. Qué clase de cosas les dicen en sus iglesias. Me cae, pobres niños.

Los niños, como tú y yo, siguen sin tener la oportunidad de ser libres, a huevo les meten religión que les inunda de miedos, les llevan a escuelas con maestros grilleros que no son lectores y tienen que padecer a padres –los más de los casos- que se tuvieron que casar por el asunto de que se embarazaron pendejamente.

Estoy convencido que la permanente repetición cultural de dogmas, miedos y prejuicios no nos hará ningún bien, así pues…  si queremos un país distinto ¿no debiéramos estar educando a los niños de manera diferente?

No nos hagamos pendejos, asumamos que los niños son asunto de todos, seamos o no padres, los niños son los críos de la gran aldea humana. Tenemos que hacer algo por ellos.

Sé corresponsable de México y su historia que construimos hoy, no seas parte del problema, sé parte de la solución.

Recuerda:

Si cambiamos el destino de los niños, los niños cambiarán el destino del mundo.

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