México: Bienvenidos al siglo XXI
El siglo XXI por fin ha llegado a México, la crisis general que AMLO ha instaurado es el cisma entre el pasado manipulado y construido por la PRIctadura y el futuro democrático que queremos.
Hoy al buscar imponer el viejo modelo priísta del siglo XX frente a una sociedad en resistencia sin manipulación de las izquierdas y que se ha construido de manera natural ha generado una mente más fuerte capaz de fustigar contra los totalitarios, no es algo sencillo pero esta vez los borregos no ganarán porque la nomenklatura de morena es la derrotada desde que AMLO bajó las cortinas del sexenio el año pasado después de perder la capital, algo que no recuperarán sino hay acuerdo con Monreal.
Mientras estás leyendo esto Monreal mantiene bajo su influencia a más de la mitad de los estados que cambiaron de partido en la gubernatura del país, tiene el poder sobre el Senado y la coordinación con la Cámara Baja, su legendaria operación política hace que también tenga en sus manos el futuro del Estado de México al que solo él ha podido entrar exitosamente, recordemos que en 2018 salieron bastante mal los encargados de la campaña en aquella entidad.
Hablo de Monreal porque justo en estos días se defiende desde el Senado a la República, algo por lo que se ha luchado desde el México independiente, de hecho por eso el odio masónico a Iturbide porque él se erigió monarca en contra de lo que ellos buscaban, sería estúpido echar de lado a uno de los poderes del país por el capricho bizarro del que duerme en palacio nacional como presidente y aletarga a la nación que busca el desarrollo merecido.
La lucha entre el Senado y AMLO habla de la necesidad de que México se defina: o somos una nación tiránica de la cual hemos querido salir desde 1821 y que además heredamos de la monarquía española y el sistema de ciudades Estado de los tlatoanis o nos convertimos por primera vez en una democracia.
El siglo XXI nos alcanzó, hay que largar a la PRIctadura que ahora vestida de viejito luchador social se disfrazó de alguien bueno que amaba a la nación y hemos visto que es un simple sujeto codicioso, ambicioso y vulgar que quiere imponer -con acuerdo con EEUU- el régimen que nos apagaría por 100 años, algo así como hizo el PRI.