Muchos poderosos se jubilan en el 2024.
«Más vale ser mula que alcalde, mula se es toda la vida, alcalde… una temporadilla»
Finalmente llega el final del sexenio, hace cinco años el despotismo, la prepotencia, el desdén, se ejercían en las oficinas de los nuevos funcionarios que creían que el fin jamás llegaría. Y llegó.
Muchos de esos funcionarios se hicieron millonarios y frente a sus aliados y apoyantes se deleitan hablando de su nueva vida echando migajas para que tratar de mantener a la gente contenta, pero todo se acaba cuando no compartes como se debe ni apoyas a los que debes y eso que muchos de los que apoyaron a los nuevos funcionarios que ahora se van ni siquiera querían formar parte de la corrupción, solo querían hacer lo que la bola de baquetones en el poder no hacen: trabajar en proyectos productivos, educativos, culturales, tecnológicos, deportivos, turísticos…
Para esos con poder que creen que dar migajas y tratar mal a la gente es lo normal a partir de que dejen su oficina sentirán como la realidad les llega con o sin mucho dinero en sus bolsillos.
Esos que aún tienen un poco de influencia por el cargo, no por su inteligencia, no por su trabajo, conocerán un nuevo mundo cuando salgan de la burbuja de seis años, para colmo, así como vienen las cosas en el 24 serán más de dos los que acaben en procesos para ingresar a reclusorios. Los pactos se acaban cuando el cargo se acaba. A menos que hayan sido genuinamente socios o cuatachos de corruptos o hayan apoyado como se debe a los ciudadanos que los apoyaron y les votaron. Los muertos de hambre que reciben apoyos del bienestar … no son sus amigos ni aliados, son muertos de hambre que pasarán de morena al partido que venga con regalos para fomentar huevonería y dejadez.
Tienen, esos poderosos ya de muy baja influencia, el tiempo suficiente para lograr amarrar apoyos. Genuinos. Quién sabe si lo logren porque el mareo del poder aún los jode. ¿Despertarán? No en MORENA en donde ser prepotente y vengativo es la vida.
Muchos funcionarios se irán al infierno del olvido, no volverán. Recorrerán las calles y muchos les voltearán la cara. Con los años quizás entiendan lo profundo del agujero donde se quisieron meter creyéndose dueños del mundo cuando en realidad acabaron como el dios de nada.