«Ni de aquí, ni de allá».

Falacia:Si todos los Portillos son Católicos y MexicanosRemy Portillo-Cherouat es por tanto Católico y Mexicano.
(Hay Portillos que también son Estadounidenses y seculares, [por gracias de Dios])


Y sentado en la terraza de la que ya pronto no será mi oficina viendo los nuevos edificios en San Francisco armase de hierro y vidrio divago:


¿Qué es más fortuito?-los apellidos que siguen nuestro nombre,-ser católico o-ser mexicano?
Las tres situaciones de hecho lo son: ya que nos nacieron, nos bautizaron y esto sucedió en el marco geográfico ubicado entre los países de Estados Unidos, Guatemala y Belice.


De manera que cuando menos nos dimos cuenta, ya estábamos plenamente identificado con estas circunstancias. Así como el güerito que está comiendo su desayuno en la banca de enfrente: lo nacieron, bien pudo haber sido abortado, lo apellidaron: Hughes y lo ubicaron en este país; lo mismo que menos afortunadas que las nacieron, mujeres, bajo el sistema de castas, en la India.


Todos, por inercia, más temprano que tarde, nos identificamos y hasta abrazamos nuestras circunstancias y creemos fervientemente en familia, lengua, religión, cultura y fronteras aunque no los hayamos elegido. Y es que pensar en la alternativa no es muy sexy: Hijo pródigo, malinchista, renegado, agringado, apátrida.


Si bien viajo con pasaporte azul; mi lugar de origen está señalado. Y acá, no soy lo suficientemente gabacho, y allá, en opinión de algunos, estoy muy “americanizado”. Los que se han quedado “en el lugar de siempre, en la misma ciudad y con la misma gente” son ajenos a lo que esto significa; y la simpatía sólo se da si la fomentas; sino, que le pregunten a los nacionales que ven sus vecindarios cambiar por la falta de integración de los que han emigrado.


Pero es una realidad que cada día está más cercana a nuestras vidas; no hay persona que no conozca a alguien que haya migrado. Y es que, no es que hablen menos español, es que hablan más inglés. Lo que puede ser visto como perdida es de hecho una ganancia, es al fin, supervivencia; al lugar donde fueres haz lo que vieres. No hay más Mexicanos que los que viven fuera de México, hasta que nos toca por necesidad aprender otra lengua, vivir otra cultura, tener otras fronteras y nos “corrompemos” haciéndose super evidente cuando retornamos a nuestros lugares de orígenes, a nuestros mundos paralelos.


Condenado está el que tiene que marchar a vivir una cultura diferente, dice la canción, pero no tiene menos condena el que se aferra a sus orígenes fortuitos pretendiendo que no hay más que Portillos, Católicos y Mexicanos.

Por el manco del cerebro

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