Para instaurar la 2030 hay que eliminar la democracia y a la república: Cultura Woke.

Tiene mucho tiempo esto cocinándose, el afán comunista se ha venido moviendo engañando a la gente con falsas libertades, la narrativa se elaboró bien, se hizo creer que frente a la «injusticia de los dominadores» había que lanzar una contra ofensiva con la bandera de los pobres. Algo que era sensible a millones de cristianos del mundo.

El mejor ejemplo que tenemos de toda esta destrucción de las libertades está en la cultura woke que juzga todo lo que sea occidental, especialmente lo hacen con racismo, ya que ellos hablan del juicio al hombre blanco, no al europeo que construyó el sistema global actual sino a la raza y en particular al género. Este movimiento nace racista y por ello nace de la ignorancia y el justicialismo vacío entre la clase burguesa de Estados Unidos que va a la universidad.

Nuevamente el show está montado de manera aberrante pero habitual: son ricos y clasemedieros quienes proponen su propia extinción para ayudar a los que, en su visión, ellos desean salvar, aunque en la realidad bajo sus postulados, ellos oprimen.

La cultura woke está sembrada y financiada por grupos que históricamente han querido desmantelar el poder en donde sea para ellos entronizarse como dueños del mundo. Los militantes de este movimiento buscan cancelar todo aquello que provenga de los hombres y más si son blancos. No saben por qué tienen tanto odio pero afirman que la tragedia de sus vidas se debe a ellos.

Feminazis, transexnazis, infancias trans, black live matter, el movimiento prieto, y demás acciones y sub movimientos woke atizan en el día a día contra la civilización occidental, una que disfrutan y que les ha otorgado la libertad pero consideran que Occidente ha sido mal padre o mala madre y como si fueran a terapia chillan desde sus privilegios que son víctimas de cosas que ni conocen a fondo ni han vivido como los grupos a los que supuestamente defienden

Si los militantes de la cultura woke fueran coherentes estarían trabajando para sacar a la gente de pobreza, para darles educación y financiarles negocios para que se conviertan en parte de la economía sana de un país, pero no. Lo que más hacen estos privilegiados socialistas y neo cristianos abyectos es engañar a la población. Buscan generar documentos por toneladas para que exista académicamente, de lo que ellos llaman academia -inventar historias freudianas de la vida-, una justificación a su propaganda agresiva y violenta contra la civilización occidental.

La cultura woke cancela todo aquello que no le gusta, se ofenden porque se le diga mujer a una mujer, gay a un gay, gordo a un gordo, niño a un niño. De hecho están intentando destruir el significado de conceptos como los enunciados. El colmo es que en su afán de niños mimados dañados por padres que no cumplieron con todos sus caprichos, defienden los problemas de salud como la obesidad y la obesidad mórbida con un pseudo movimiento que combate la gordofobia. La realidad es que ahí han llegado al punto en que prefieren una sociedad enferma que una sociedad sana, prefieren gente holgazana y sin esfuerzo que una sociedad competitiva y de empeño. Parece que para la cultura woke la libertad significa reivindicar sus berrinches y sentirse aceptados y queridos.

La enorme debilidad emocional llena de necesidad de afecto, reconocimiento y autoestima de la gente woke mueve a muchos jóvenes a integrarse a sus filas, especialmente si son adolescentes que no saben qué quieren o si les gusta tener sexo con hombres o mujeres, así pues, ese movimiento cultural se apropia del pensamiento de jóvenes en formación, con mucha ignorancia, con resentimiento contra los padres y que quieren ser vistos.

Estamos frente a un aberrante movimiento social tan lleno de débiles mentales y emocionales que acaban siendo una especie de grafiteros que después de hacer su trabajo en un muro nos explican todo el sufrimiento en sus vidas que los llevó a pintar una pared y nos exigen que no les llamemos grafiteros sino personas con necesidades de expresión en los centros urbanos. El problema que la cultura woke es una expresión de mediocridades en la vida cotidiana pero tiene dueños que lo que buscan es desplazar a la cultura occidental para sembrar totalitarismo haciéndole creer a la gente que si en vez de que le digan «buenos días a todos» y digan «buenos días a todes» los convierte en gente libre.

La realidad sobre la opresión y ataques a la lengua busca fragmentar a la sociedad para mantenerla dividida y entretenida en tonterías «reivindicadoras de género» cuando les están aplicando medidas de control social como en China. Así pues, estos woke los que hacen es ayudar al modelo de sometimiento de los pueblos a la agenda 2030.

La cultura woke es la principal consumidora de mensajes como «no tendrás nada y serás feliz» porque individuos discapacitados en sus emociones siempre buscarán ser felices y ello no lo obtendrán con su inmadurez emocional y su ignorancia pero la propaganda es una enorme zanahoria que perseguirán y que por supuesto nunca alcanzarán.

Cada vez que estés frente a la cultura woke recuerda que ellos no reivindican libertades sino todo lo contrario, te quieren esclavo de sus idioteces para que discutas de ello todo el tiempo mientras te marcan con códigos QR y certificados digitales covid para que otros decidan qué debes comer, a dónde puedes o no viajar, qué es portarse bien y qué no. En donde por supuesto si tú te atreves a decir que una mujer es un ser humano con vagina ello te convertiría en enemigo de la libertad y tendrían que cancelar tus permisos de movilidad o te podrían correr de tu trabajo. Si aún no te has dado cuenta de esto estás a tiempo de un despertar genuino para defender lo que ellos quieren desaparecer a la democracia y a la república.

Para la cultura woke la democracia está mal y la república no debe existir porque lo que buscan es imponer su agenda, su control y sus modales. Es una cultura de una Inquisición basada en papers académicos que no tienen ni sustento ni verdades como la propia Biblia.

Otro ejemplo de la aberración de la cultura woke es su apoyo demencial a la agenda de infancias trans. La ciencia, la sicología, la siquiatría, la pediatría, la semiología, tienen clarísimo que los niños y adolescentes pasan por distintas etapas en las que se pueden enamorar de los padres o madres o maestros, que pueden sentir inclinación sexual por su propio género, otros se convierten en activos sexuales temprano, pero están en desarrollo, están despertando a sus impulsos y sentimientos. Para la cultura judía las almas encarnan por allá de los 13 años, pero si en un momento de este desarrollo y maduración del individuo se le hace creer que su vida deberá ser así para siempre estamos frente a una estafa cultural. Una manipulación total que destruirá el sano desarrollo de ese ser.

La inmadurez, que es algo que defienden mucho desde la cultura woke y que exhiben en su ropa como la feminazis o transradicales que son hasta infantiloides, es un desconocimiento de la vida. A medida que la gente va creciendo va definiendo qué quiere o qué no quiere. Forzar a un niño con propaganda y manipulación a que defina qué quiere a los 9 años o 12 es estúpido. Es como si quisiéramos que los estudiantes de primaria ya definan qué estudiarán y someterlos a ellos sin posibilidad de cambio de opinión.

Imaginen a una niña diciendo a los 10 años que quiere ser astronauta a los 9 años, a los 10 ahora quiere ser enfermera y a los 12 sueña con ser escritora. La cultura woke le diría que está mal, que si ella dijo que sería astronauta lo será y además culparían a sus padres por intervenir en ella para obligarla a ser escritoria y más allá, hacen una ley para que el gobierno le quite a la custodia a los padres y la niña se vaya a un centro de atención infantil para que la hagan seguir pensando que debe ser astronauta. La fuerzan a estudiar física, la entrenan y cuando llega a la NASA les dice que le da miedo subir a un avión más a una nave y que lo que quiere es ser escritora ¿Quién se hará cargo ahora de la frustración, pérdida de padres, pagar la nueva carrera que quiere? Y bueno, menos mal que esto podría cambiarse pero si el tema fuera el sexo que tuvo al nacer, le hacen creer que su enamoramiento a su maestra es que ella necesita cambiar su género ¿Qué sucedería?

Los niños tienen el derecho a crecer sin la opresión de la religión o la cultura woke, a crecer sin fanatismo islamita ni menonita. Ello viola la declaración de los derechos de los niños.

Pero la cultura woke necesita que no haya república para que no haya debate de los temas ni acciones legales que detengan su aberrante manera de ver al mundo. Quieren que lo que ellos piensen sea obligatorio para todos. Es decir, quieren que la libertad del pensamiento deje de existir y solo sus ideas valgan.

A la cultura woke se le debe resistir, detener y condenar, y ¿sabes cuál es la manera más fácil y contundente? Leyendo libros y desarrollando el pensamiento crítico porque como toda secta o movimiento totalitario solo crece y se desarrolla en el campo de la ignorancia.

Por cierto ¿te has dado cuenta como hay un afán de hacer de la sociedad un conglomerado de eternos adolescentes e infantiles sujetos? ¿Ya viste como la cultura Disney es para mantenerte aniñado? ¿Qué ganan con que no haya adultos de verdad? Fácil: manipular a la mayor cantidad de gente que sigue manteniendo vivas codependencias paternas, pensamiento mágico e ideales fantásticos. Hombres y mujeres que se aplaudan entre sí los berrinches y los caprichos. Seres humanos sin compromiso y sin madurar para chillar y quejarse de lo que sea siempre. Con ello habrá un político o gobernante que podrá arrojar dulces para que le voten y los sigan manteniendo como estúpidos.

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