¿Ser gay te hace ser progresista? Al diablo la cultura woke.

En semiología sabemos que cuando más represión hay para un grupo o una persona la consecuencia será la estridencia, la violencia y la agresiva respuesta para combatir la opresión.

En la cultura gay a medida que se padecían ofensas de parte de la sociedad más elocuencia en speeches, marchas o medios de comunicación se expresaban; si la gente conservadora no quería ver jotos más joterías harían los discriminados. Si las personas de mente cerrada odiaban el nudismo más nudistas salían a mostrar su existencia y a exigir la libertad de ser y hacer lo que les gusta.

En los inicios del siglo XXI los derechos gay avanzaron como nunca y la integración más que legal comenzó a vivirse de manera cultural, es decir, la gente decidió que todos tenemos derechos a amar o tener sexo con quien deseemos pero en lugar de que las expresiones homosexuales se integraran extrañamente surgieron grupos radicales dedicados a gritar más fuerte que había una opresión brutal y el exhibicionismo cobró fuerza como jamás habíamos visto.

A medida que los derechos igualitarios avanzan más violencia ha surgido no solo de parte de los que se denominan «progresistas» –woke– sino contra esos grupos ya que en lugar de buscar la integración han buscado dividir presionando a la gente a que se defina en un grupo ¿Pero por qué la gente tendría que decidir por un bando si han apostado por la mezcla de todos sin importar sus orientaciones?

Como gay no estoy de acuerdo con las infancias trans, es evidente que hay organizaciones que reciben mucho dinero para hablar en favor de ese tema y financian mucho cabildeo para que se aprueben esas leyes que son anti derechos de los niños. Detrás hay un gran negocio: venta de hormonas, agendas de citas de sicólogos y siquiatras, operaciones de cambio de sexo. Esto se trata de dinero.

Los negocios como los de las infancias trans requieren de dividir a la sociedad para que un grupo acepte las propuestas, es decir, crean un nicho de mercado que es el que será explotado. Las consecuencias y daños colaterales no les importan a los señores de los negocios que comparten ganancias con políticos que venden sus curules y declaraciones para hacerse de más ganancias.

Si los derechos gay están aquí ¿Por qué no existen políticas de integración social masivas? ¿Por qué se permite la emisión de mensajes de odio? Es evidente que gran parte de los militantes del progresismo –woke– son personas con trastornos emocionales y de resentimiento social que en lugar de buscar paz social buscan la agresión porque se sienten agredidos, quieren vengarse «de lo que han sufrido» pero no buscan justicia a través de políticas públicas que permitan que el respeto impere. De hecho son militantes de la «tolerancia» que ellos traducen y entienden como imposición de sus modelos del lenguaje, políticas de privilegios y manera de vivir.

Hay pseudo académicos y académicos que tratan de hacerse notar con papers y declaraciones que llamen la atención, que queden bien con las tendencias del movimiento woke en las universidades de Estados Unidos para que les impriman libros, los inviten a viajar dando conferencias y a que les den reconocimiento: primero es claro que tienen profundos problemas de autoestima, no por tener doctorados significa que sepan ser felices. Es como cuando tuve la oportunidad de ir a la cena de un grupo de doctoras e investigadoras de la UNAM militantes del feminismo y feminismo radical. Todas ellas hablando y despotricando sobre leyes, derechos, machismo, mientras bebían tequilas y mezcales. A las tres horas las beodas estas comenzaron a llorar y decir que querían parejas que las comprendieran, las heterosexuales casadas a preguntar por qué sus maridos las engañaban, etc. Gracias a ellas me di cuenta de que muchos de sus libros y documentos publicados hablan sobre sus tragedias personales y quieren que todos nos chinguemos con leyes para que ellas se sientan reivindicadas.

El show woke avanza entre gente ignorantes y con problemas personales profundos, he tenido también la posibilidad de conocer homosexuales en política y uno de ellos, de bastante influencia al que no se le demeritan sus logros en cuanto a visibilización gay y derechos humanos ahora se ha tergiversado mentalmente -quizás por el dinero- en un militante del progresismo idiota que pugna por las leyes trans. Este sujeto que se parodia a sí mismo para en ocasiones hacer campaña insiste mucho en cambiar leyes para cosas absurdas y pugna por imponer cuotas de diversidad a diestra y siniestra tiene también, como las veodas, otro tema más personal. Quiere ser trans pero no se atreve y solo lo hace cuando contrata escorts para que le den sexo … mientras él se viste de mujer. Obvio en el clandestinaje. Insisto, su represión lo hace intentar modificar leyes y por eso apoya tanto al progresismo anti democrático, anti republicano e inquisitorial. Está aterrado de su propio ser y nos quiere someter a sus problemas, se venga de lo que no se atreve ser chingándonos.

No crean que la política actual es elevada, la alta política es inconveniente a la 2030, necesitan grilleritos bravucones, sometidos al dinero disfrazado de agendas sociales, por eso hay un constante asedio a los políticos que respetan la Constitución y a la República.

La cultura que en España llaman MARIPROGRES es dañina para la comunidad gay, desde su aparición la homofobia se ha incrementado, los asesinatos contra homosexuales se han disparado y la dignidad se ve afectada por una infantilización de este sector social que en lugar de motivarlos a ser adultos los alienta a verse ridículos pero libres, vaya, pero en halloween o en el circo o en los bares la gente que se caracteriza de lo que quiere no busca imponerle a los demás su cuento. Si la libertad se refiriera a que la gente se ponga pelucas y se crea la madre de todos los hijos para que los demás seamos obligados a llamarles mamá estamos en la ruina intelectual.

Si eres gay y no compartes la cultura woke… No eres el único. Si eres heterosexual recuerda, no todos los gay compartimos las idioteces woke. Es mejor para todos que desde nuestra capacidad del pensamiento crítico defendamos a la verdadera libertad que nos permite convivir con respeto y construir la Polis basada en democracia, república y justicia.

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