Un futuro incierto.
Vivimos los últimos días de una Era. Los tiempos en que la gente podía reproducirse, ver crecer a sus hijos, envejecer y morir teniendo en medio el afán de tener un trabajo estable llegó a su fin. La paz llegó su fin. El Estado demócrata vive su ocaso y las Repúblicas agonizan mientras los únicos capaces de resolver esto, los ciudadanos, son fácilmente entretenidos con pavadas que los hacen hablar de cosas sin valor y sin sentido de manera masiva y hegemónica como la religión los mantuvo por 800 años en la oscuridad del dogma.
La INCERTIDUMBRE es el estilo de vida para miles de millones de personas que estando bajo el nuevo modelo opresor de control social estarán, más que nunca, en manos de un puñado de personas que los torturarán psicológicamente y de manera permanente con «pandemias», «terrorismo» y supresión de puestos de trabajo y la pérdida de la propiedad privada. Estamos a unos 10 años de que todos seamos miserables, pobres como en la Edad Media y estemos en manos de pandillas de Estado.
Lo único que puede detener este proyecto global de esclavización por parte de la Banca JS Internacional es que renazcan los ciudadanos y los nacionalismos, no los que quieren manipular los progresistas diciendo que todo amor por la nación te lleva al nazismo. Eso es propaganda de post guerra, una que se ha vuelto parte de la cultura desde 1945.
Así como viene el tema será más fácil sobrevivir fuera de las ciudades pero no será sencillo. El dinero digital al ser hegemónico -es lo que nos condena a dejar de tener dinero y que el Estado y la Banca JS Internacional sean los dueños de todas las riquezas- nos obligará a crear nuevas monedas no oficiales, trueques e intercambios de servicios y conocimientos… pero el conocimiento será desplazado de las universidades como las conocemos y las bibliotecas como han sobrevivido desde su inicio serán desplazas por el control de la información en internet.
La internet, por cierto, y todo el mundo digital están destruyendo ya la identidad de la gente: no se imprimen más fotos, se perderán los recuerdos, no se hacen películas, se perderán los recuerdos y la cultura, no se guardarán libros impresos y las versiones de los hechos podrán estar modificados sin control con toques ideológicos de los poderosos.
Parece que el futuro es como era la humanidad antes, los que conserven los libros, las películas, las revistas, las fotos, la música con la tecnología analógica se convertirán en los dueños de la verdad como en El Nombre de la Rosa y no podrán compartir mucho porque se exponen a la quema de libros al estilo nazi, en México con el ejemplo del REY DEL CASH tenemos para entender qué se viene.
Volver a los localismos y nacionalismos puede detener este futuro lleno de ansiedad, estrés, asedio psicológico e injusticias, pero hay que volver a los libros, hay que volver a los museos, hay que volver al debate, al diálogo.
La sociedad actual está siendo tribalizada como nunca fragmentando a familias, círculos de amigos, religiones, las nuevas tribus son salvajes, radicales, violentas y no buscan crear sociedad con el encuentro del otro sino aldeas con mundos pequeños y cerrados que estrictamente generan comunidad a través del comercio impersonal vía internet.
Ya lo sabes ahora: los libros, el diálogo, la construcción de comunidad son la llave a detener el globalismo esclavizante y represor.