Un milagro llamado San Bartolo.

El 18 de junio a las 6 de la tarde en San Bartolo, municipio de Córdoba -adelante de San Rafael Caleria- hubo un acontecimiento histórico que aparentaba pasar desapercibido hasta que día a día bloggs, websites y cadenas de correos electrónicos empezaron a difundir lo que ahí sucedió.

San Bartolo es una comunidad enclavada en la sierra cordobesa con 77 pobladores, 22 de los cuales son niños y 3 de ellos estudian el jardín de infantes. Dependen sustancialmente del café y han construído un salón de clases, una capilla, una explanada central con asta bandera, su camino de pavimento y en estas semanas una biblioteca.

La Biblioteca Comunitaria Fernando Pérez Barragán que se instaló en San Bartolo ahora dará a sus habitantes la posibilidad de lectura placentera e investigación. Apenas se ha dado el primer paso pero ya comenzó la integración real de estos cordobeses a la sociedad municipal entre iguales ya que la iniciativa del centro bibliográfico se dio de parte de uno de sus habitantes: Gabriel. El único universitario que su comunidad ha dado.

Gabriel se acercó a quienes andamos fundando bibliotecas por muchos lugares y después de una visita y una investigación comenzaron los trabajos que finalmente dieron frutos el viernes 18 de junio.

La biblioteca de San Bartolo se llama Fernando Pérez Barragán quien fue un escritor cordobés brillante en sus ensayos y poemas que miles de personas pudieron leer a través de la extinta publicación cultural “El Águila” en donde expuso sus inquitudes, temores, ideas y sentimientos de entre 1997 y 2006; además partició en foros literarios e hizo sacar chispas a los conservadores políticos y económicos de nuestro municipio.

El doctor Pérez Barragán fue catedrático, escritor, médico, aviador pero sobre todo fue un ser humano capaz de burlarse de todo con un fino sarcasmo capaz de doblar de risa a sus interlocutores; siempre fue ácido y podía repetir textos enteros de otros autores. Sobre él habló Joel Jácome Musule el día de la inauguración de la biblioteca en la montaña en voz de Arturo Cordero conmoviendo a este su seguro servidor ya que lo escrito transportó a todos a un momento único cordobés cuando el doctor Barragán platicaba con Rosa Galán, Rodolfo Cruz Toledano, Jorge Ferrer, Aquileo Rosas y Diana Barragán en las instalaciones de la revista literaria y científica. Todo ellos están hoy en día muertos.

La misión de San Bartolo es grande porque no sólo deberá leer cada día más sino mantener su capacidad de unión y esfuerzo y deberá llevar el nombre del doctor Barragán para siempre sin ser borrado.

La inauguración de la biblioteca fue todo un acontecimiento ya que los pobladores de San Bartolo pudieron disfrutar del ensamble musical y el coro infantil de Córdoba dirigidos por un hombre también admirable: Salomón Hernández.

El concierto en la montaña brindó a los cordobeses de allá arriba música de Tchaikovsky, Gabilondo Soler, música veracruzana, jazz y por supuesto en náhuatl de autoría del maestro Salomón. Después del concierto todos los habitantes de San Bartolo con los músicos, escritores y la presencia de algunos funcionarios municipales cenamos bajo la luz de la luna rodeados por árboles mientras a lo lejos veíamos nuestra ciudad. La comida fue excelente y se compuso de barbacoa, frijoles, arroz, consomé y mixiote y justo cuando estábamos tan contentos y con las emociones a flor de piel y ríendo mucho como hermanos cordobeses que somos una silenciosa testigo a la que le cantamos se abrió ante la mirada de quien le escribe, ahí estaba ella, ondeando, con sus tres colores magníficos y ese escudo precioso al que debemos tanto, nuestra bandera mexicana.  

Manuel García Estrada, el hijo del rayo.

Gestor cultural. Crónica rescatada. 2009.

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