Un nuevo reseteo sería volver a la libertad.
Cuando los días ya no son de 24 horas y los días pasan como si fuera agua de montaña bajo lluvia y con el asedio de la información se requiere de generar una disrupción sistémica que explote en la mente de la gente para alcanzar un nuevo estadio de paz.
Asumiendo profundamente que los políticos, que los líderes, los ideologizantes, los propagandistas y los militantes radicales son un conglomerado de oportunistas a los cuales ni tú ni yo les importamos es trascendental y prioritario asumir una posición estoica capaz de mantener el control de nuestras vidas saliendo de toda esa toxicidad que nos bombardea para ser esclavos de otros.
El gobierno no tiene porque estar regulando en favor de la mediocridad temas de salud mental o derechos laborales porque sencillamente debe propiciar que tengamos las herramientas para mejorar como personas y podamos superar obstáculos, desde el poder se hacen leyes y declaraciones ridículas y que son de ladrones porque ellos asumen que ese dinero que está en las arcas y que no es de ellos está a su disposición y pueden convertirlo en limosnas para las masas ignorantes y baquetonas o para comprarse camionetotas y sentirse ricos, es que es fácil sentirte rico apropiándote del dinero de otros… los impuestos.
Siendo estoicos podemos ser libres y estar fuera de la manipulación y el chantaje cultural que hacen políticos y muertos de hambre que buscan manipular grupos para tener poder. Una mente firme y fría que calcule los resultados de lo que se propone mandaría al carajo a los que creen que actuando como amantes del populo nos van a salvar.
Para llegar a ese estoicismo en donde comprendes que tu vida al otro no le importa te ayudaría para tratar de una manera más asertiva a los médicos o enfermeras del IMSS o a los ediles de un ayuntamiento.
Se trata de que nos auto reseteemos no a través de la 2030 sino a través de la libertad y la aceptación de la realidad para dejar de sufrirla sino para transformarla y poder sentir en el día el día que nuestra vida tiene sentido porque está en nuestras manos no en las de los que ostentan el poder y son capaces de vestirse de payasos para que les den acceso a las arcas y saquearlas, recordemos que son huevones, no son empresarios no son productivos, quieren que se les de todo y arman la nomenklatura para alcanzarlo.
Sacudirnos a esta bola de sátrapas marxistoides es dejarlos de ver como poderosos sino como simples peleles del dinero que no tienen valor alguno porque solo cuestan billetes.