2024: aún no es tiempo de campañas y se andan desgreñando a lo buey.
Todos los días el chisme, los datos verificados, se mezclan con la manipulación de las mañaneras, las hordas tribales de morena se pelean, se odian, se aplican venganzas idiotas, se persiguen unos a otros mientras la oposición al obradorismo espera ofertas para acomodarse con su partido.
Todo se licuó, en todos los partidos ahora hay de todo, como no hay ideologías se puede ir del PRI al PAN o a morena sin bronca, y se desgreñan por ello, obstaculizan el trabajo del país, violentan la economía, atrasan pagos a proveedores porque «hay campaña y nos quedamos sin dinero», en fin, esto es el caos y el desastre que en una población masivamente idiota, como lo vimos en la falsa pandemia*, participa de rencillas, odios, peleas, broncas y se gritan tontería y media.
Esta elección es delicada, el narco se metió hasta la cocina, los contaminó la política, la realidad es que ellos no necesitan a las instituciones -solo a una- para operar y seguir emprendiendo negocios fuera de México.
La del 2024 es elección delicada porque es después de la «pandemia» y mucha gente quedó afectada en su salud mental, veremos violencia y locura en lugar de la llamada «fiesta de la democracia» pero así lo quiso el gobierno en turno al no atender la salud de los ciudadanos.
Quien siembra vientos… cosecha tempestades.
*Aclaremos que la genuina pandemia es la de los efectos secundarios de las «vacunas» que tienen como bandera los casos de repentinitis o infartos fulminantes y los coágulos enormes que generan trombos. Hoy se comprueba que los covidiotas son los obedientes, los que para el Foro Económico de Davos son los que, en palabras de su líder, deben morir primero porque son los estúpidos.