Este circo se acabó. México harto.

Gracias a López Obrador y su movimiento por la mediocridad para el subdesarrollo ha llegado a hartar a la gente debido a que la corrupción está peor que nunca y la ley de la selva impera por todos lados. Esto está calculado, así se opera para debilitar a un país.

En las oficinas de gobierno la gente eficiente vive bajo asedio de los huevones compadres de los poderosos, en el gobierno se hace como que se trabaja, solo se siguen órdenes y se llenan oficios NO SE TRABAJA porque el trabajo es servir a la gente de manera eficaz y eficiente.

La administración pública, el aparato de gobierno debería de trabajar sin necesidad de favores ni influyentismo, a medida que alguien concentra poder y tiene problemas mentales y emocionales busca que todos se dirijan a él para sentir que es el que hace todo y le quedan debiendo algo. La 4 T opera así, al viejo estilo priísta que lo podemos ver muy reflejado en el presidente municipal de «Viva México» en donde él tiene poder, control y se sale con la suya.

El tema ahora es que millones de personas se habían hartado del PRIAN y esta vez en menos de 3 años se hartaron de MORENA y quieren largarla porque hay un estado de «nos tienen hasta la puta madre de tanta mamada» que genera un encabronamiento masificado que se pudo notar con la expulsión de los porros a las puertas de la SCJN, encabezados, por ejemplo, por la tal Julia Klung, de la cual desconocemos su nombre verdadero.

El hartazgo llegó a todos lados porque en educación el tal Marx Arriaga se encargó de emputar a cientos de miles de padres de familia en todo el país con sus ideas pendejas de comunismo en los libros de texto, la aberración de destruir el español y las matemáticas y el decir que la educación no debe ser privada también. Ana Guevara humilla y roba, ataca a los deportistas y despóticamente con cinismo sigue despachando en su oficina. Sanjuana destruyó NOTIMEX, destruyeron CONACYT, el sistema de salud lo liquidaron, SEGALMEX, la Casa Gris, los negocios de Andy y sus amiguitos, los hermanos de AMLO, las mañaneras destrozando la salud mental y la armonía del país.

Nuevamente la frase de «Somos hartos y estamos hartos» vuelve a recorrer aulas, hospitales, escuelas, cafeterías, las casas. No hay ejército poderoso que detenga la ira de la gente y esta vez las clases medias están en la primera línea de batalla.

La aplicación de la ciencia de negocios, marketing, publicidad y desarrollo de tendencias está en manos de los que pueden cambiar al país: las clases medias. Contra ellas no hay bots ni discursos pedorros que valgan, máxime si vienen pensados por naquitos resentidos sociales que por primera vez sintieron lo que es tener más de 500 pesos para chelas y camionetotas.

El hartazgo llegó porque los decibles de los antros están fuera de la ley, el tráfico es de salvajes, las carreteras un caos, los aeropuertos inútiles, los servicios de limpieza desquiciados. Reina una ley de la selva que jamás se había visto, AMLO hace estupendamente lo que le ordenan: desmadrar a México.

2024 puede ser el anuncio de la mierda o de un nuevo rumbo en manos de la gente pero así como se maneja todo… no nos alegremos ni nos hagamos chaquetas mentales porque la inconciencia promueve enamoramientos a lo idiota y sobre tonterías. ¿Será que de verdad habrá un despertar? ¿Tenemos que albergar otra vez esa posibilidad?

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