¿Hay distintos tipos de «despiertos»?
Entre el negro y el blanco hay una inmensa gama de grises y así es como la sociedad se conforma sobre los tipos de hombres que hay, es decir, podemos encontrar desde los lucidos y de pensamiento crítico hasta los más dormidos, obedientes y mediocres o necios, hablaré de algunos.
El necio es ese que reacciona emocionalmente, escucha música de mariachi y grita y canta e incluso llora con algunas letras, con alcohol en mano se ponen peores, es el hincha que golpea y es capaz de matar por defender el «honor» del equipo de fútbol que sigue.
Cuando el necio conecta con algún tema social o político se convierten en cerdos salvajes fanatizados que solo saben que lo que les dijo un líder es la verdad.
Cuando es resentido vive siempre culpando a los demás de sus problemas, es creyente y gusta de adorar a algún santito en particular para pedirle que le solucione sus problemas, busca ser querido por todos y aquel que no le tiene ese tipo de afecto – reconocimiento es su enemigo, cree tener una superioridad moral y busca desesperadamente que sus opiniones -en esa pobreza intelectual- sea respetada, constantemente dice que tiene derecho a opinar pero no reconoces que no posee las herramientas para que esas expresiones tengan sustento.
Llegan a creerse «despiertos», que es como creer que conocen «la verdad» de lo que sucede, si acaso llega a leer un libro automáticamente toda su capacidad intelectual para debatir se basa en ese conocimiento, son clásicos de esto los «aleluyos» que se fanatizan con la biblia.
Esos sujetos confunden la politización con el adoctrinamiento, dan por hecho que una ideología es mejor que otra supeditando los valores superiores del Estado como la república o la democracia, para ellos lo importante, como en el fútbol, es portar una playera o guayabera y el que no le reconozca un valor superior es su enemigo.
Hay hombres que alejándose del necio tratan de pulirse un poco y buscan leer más o acercarse a personas que consideran a su altura, son sujetos también con muchas carencias de autoestima y buscan desesperadamente el reconocimiento del resto como «sabios», «intelectuales», «artistas», pero en realidad no lo son. Este tipo de sujeto apantalla a quienes son necios, así pues, «brilla» pero entre los que están por debajo de él.
Conectan por la parte más importante del necio, la emoción, así pues todos son «amigos», «compas», «bros», «hermanos» y pueden desenvolverse con palabras que han tomado de otros pero que constantemente repiten. Generalmente en sus argumentos políticos dicen que todo podría estar mejor y aseguran que saben cómo debe de ser el futuro, quieren aleccionar a políticos y a sobresalientes, es decir, son insolentes, gustan de abusar de la confianza y se creen con derechos naturales para generar esos excesos sobre los demás. Se creen superiores al resto.
Hay quienes son más puliditos y buscan superar su realidad entre libros de autoayuda, asistencia a actividades que les hacen quedar como cultos o intelectuales, se creen «despiertos» porque ya pueden escuchar dos distintos tipos de vista sin apasionarse, no tomarán posición pero en su interpretación ellos también se sienten mejores que los demás, ya no dicen qué hacer sino sugieren que los caminos al futuro debieran ser otros, son tibios, mediocres, aman el miedo y aceptan medidas autoritarias «por su bien», las más de las veces simplemente son wannabes.
Avanzando entre los «despiertos» están los que ya no son tan fáciles de manipular pero conforme avanzan en su desarrollo intelectual tienden a no permitir que su pasado fundamentado en fanatismos desaparezca, les cuesta trabajo aceptar sus errores, motivo por lo cual ya superan muchos de sus defectos pero se mantienen en un falso orgullo de pose para que su superioridad sobre el resto sea validada, gustan de hacer silencios y de cerrar diálogos o debates con contundencia aseverando que tienen la razón. Justamente esa conducta nos dice que no tienen la razón pero ya están más cercas de poseerla. Este sujeto cree que ya conoce la verdad, se manipula a través de hacerle creer que es el sabio.
El sabio, estos son muchos menos que el resto, es un pequeño grupo que sabe que sabe pero que sobre todo lo que más tiene es ignorancia, sabe que hay demasiado que leer y estudiar para conocer algunas verdades sobre algunos temas, ya no se fanatiza, duda constantemente y se aleja de las personas emocionales y sufridoras, de hecho las ve como en análisis o para divertirse un poco recordando su evolución. No les dice que sabe más, escucha, tolera, cuestiona, este es el que ya cuesta mucho más trabajo manipularlo. Es capaz de aparecer y desaparecer de los acontecimientos, la vida per sé es más importante que las pasiones del mundo.
Hay un tipo en particular que es el de los hijos de Metis, el inteligente y astuto que puede surgir en cualquier sujeto que sea necio o sabio, y es una condición que puede colocarles frente a grandes problemas pero son extraordinarios solucionadores, pueden leer o no, son hábiles y capaces de permanecer estoicos o imponerse frente a otros de la manera más básica. Saben manejar la palabra pero nunca se someten. Incluso camaleónicamente pueden hacerse parte de ideas a sabiendas que no son valores sociales legítimos. Estos están lúcidos de verdad, no confían, no creen.