Layda Sansores o la resentida vengativa
No soporta no ser alguien sobresaliente, su trabajo se lo debe a su papá. Ese que fue mozo de Echeverría en gobernación y que a base de lambisconería pasó de limpia pisos a chofer, después a achichincle y con su obediencia ciega escaló en el PRI para hacerse cacique de Campeche, por eso la hijita es gober, porque AMLO alaba a los que se formaron al estilo y mañas de Echeverría.
La gobernadora que se odia a sí misma y que trata de ser aplaudida pero que no lo logra pese a que pasó de ser una persona a un personaje caricaturezco que sabe que si lame la mano del amo éste le dará por su lado y podrán hacer negocios juntos.
Layda, una pistolera política que jugó con AMLO para apresar al PRI no es demócrata ni quiere el bien para la gente de Campeche, busca poder, dinero y sentir que fue la hija que su papá esperaba. Y se convirtió en eso, no en una republicana, no una demócrata, sino en un miembro del escalafón que traiciona a su gente, a su país, con tal de sentir que es alguien… que jamás será aceptado por la aristocracia.