Sobrepoblación e ignorancia
En los 70 en México las campañas de planificación familiar eran la constante: «la familia pequeña vive mejor» decía un popular insignia de comunicación social masiva que hallabas por todos los rincones del país pero desde que el Vaticano volvió a meter sus narices en el país con la bendición de Salinas de Gortari esto cambió y se dejó de incidir en el sano desarrollo de la sociedad dejando que la gente hiciera lo que quisiera porque con el estandarte de la libertad se impulsó la libertad de reproducción de miseria.
Para el PRI y el PAN estaba a todo dar dejar que la gente se multiplicara, de todos modos al crecer la gente serían votantes, las invasiones crecieron fomentando el caos urbano, la destrucción de los bosques, el apañamiento de montañas; se premió a los gandallas de la tierra y pasaron de ser abusivos a vecinos que pagaban luz, agua -que no tienen al 100-, calles medio asfaltadas, escuelas pedorras y chafas -pero ya los niños van a la escuela-, y el aumento de demanda de alimentos y vestido crecieron.
Año tras año se festejó el aumento poblacional hasta que se usó como campaña de venta turística: Bienvenidos a la Ciudad de México, la más grande del mundo. Como si eso fuera motivo de orgullo porque si al menos no hubiera esa pobreza, esa injusticia, pero todo lo contrario. La CdMx se hizo un monstruo por la enorme cantidad de pobres que produce, gente olvidada que debe transportarse en malas condiciones TODO EL AÑO para llegar a trabajos mal pagados.
Para mantener una libertad de reproducción debe anteponerse la posibilidad de brindar justicia económica y social pero a nadie le importa quién nace o por qué, de hecho por eso el argumento conservador contra el aborto es estúpido, si ellos quieren que todos nazcan pues que los mantengan pero dejar a los niños en la calle para que sean explotados o en hogares donde son violentados es lo más perverso que puede haber.
El descontrol poblacional solo nos llevará, en estos gobiernos del mundo, a que haya más y más esclavos mal pagados y embrutecidos por redes sociales endeudados hasta el culo en tiendas de transnacionales o monopólicas para que tengan un celular en donde les digan cómo pensar o qué hacer.
La conspiranoica mentalidad de muchos les coloca en contra de la Humanidad, dicen que hay un plan perverso para exterminar a la población, una idiotez, el negocio no es haya menos gente sino que haya ganado para enriquecerse más y más unos cuantos. Por más que expliquen que quieren un mundo de 3 mil millones, menos de la mitad de los que habitamos la tierra, tendrían que meterle mucha lana para que en su generación lo pudieran ver, la realidad es que el negocio de los que están en el sionismo metidazos es mantener al mundo en caos para poder dominar, es más fácil controlar a todos metidos en lo estúpido que financiar dictaduras globales, dictaduras que ya son espejismos del siglo XX porque es imposible imponer globalmente lo que sea sin rebeliones.
¿Sobra gente? No, lo que sobra es ignorancia y egoísmo creyendo que todo debe ser como dicen los paranoicos o los «líderes» globales, sobra resentimiento social y sobra huevonería porque la mayoría se queja de todo pero no se mueven a apoyar a los demás. Si les preocupa «el exterminio» podrían comenzar por apoyar a los necesitados que tanto defienden y generar un derecho a la economía para todos para librarnos de planes malévolos de exterminio social.